Adiós

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–Así como había entrado, había salido de aquel refugio. Sin la posibilidad del remordimiento, sin la esperanza de la autocompasión y sin zozobra de ahogarme en las injustas palabras de Tom. Mi existencia y mi odisea, ni siquiera se convertían en una fiel ensoñación con la cual buscaba a Michael, porque ni mi existencia era suficiente para la noble tarea. No bastaba con un propósito sin esencia, como no bastaba haber sido humillada para merecer mínimo el respeto de ustedes. Un robot dañado, sin motivación como un reloj y más sin embargo, una comprensión tan grande que me reafirma como todos los días, que la humanidad es maligna. Mi daño era desde antes de todo esto. Un daño que afectó a Michael, a Rose y a mí. Aunque en mi caso, solo fueran superficiales. ¿Qué importan los disparos, quemaduras y mutilaciones de mi cuerpo? Es un robot. Ella no siente. Un androide no se traumatiza psicológicamente por un daño físico.

"Mi sistema empezaba a fallar y Michael solo me enseñó a interactuar de una forma específica. Mi interacción con el universo, es la misma con la que me miraba a los ojos. Ese hombre se servía de la mentira que funcionaba mejor que una cura. Una mentira que alimentaba sus alegrías, pero al mismo tiempo sus miedos. Fumar un cigarrillo que le deba un placer momentáneo que al final lo mataría. Él prefería sufrir dolor, a no sentir nada. Era un hombre sumamente solitario que no sé si la disfrutaba, pero la disfrutaba mejor conmigo. Se sentía muy contento de escuchar mis palabras que muchas veces refutaban a las suyas, pero esas palabras lo convertían en mejor persona. Él no solo me veía como su amante, sino como compañera en la búsqueda del sentido. Tal vez no pude detener a Marilyn, pero fue lo mejor para él ¿Quién era yo para quitarle su única motivación? Al fin y al cabo, estaba para complacerlo. No es que yo tomara la decisión, pero el fallo provocó que no quedara alternativa.

Pero hay que detenerse en mí ¿Quién soy? ¿Solo soy una máquina? Condenada con la inmortalidad sin propósito. Es como un muerto ¿No es así? Una muerta fiel. Una muerta que atravesó el campo de guerra para encontrarlo. Una muerta menospreciada por el ego humano. O simplemente soy como la línea del tiempo con interminables eventos. Una testigo muda que ve pasar la vida enfrente de sus ojos. No puedo tocarla porque ni siquiera puedo querer hacerlo. Un cuerpo inerte e inexpresivo con la mirada al mundo, sin ningún poder más que ser hermosa. Entre más cuerpo dejan ver, es más difícil ver su alma. Yo solo soy un cuerpo desnudo. Una triste figura errante que nunca comprendió su verdadera naturaleza, o era la afortunada inteligencia que nunca tuvo que sufrir como ustedes. Por un lado, tener la capacidad de desear, soñar en las noches, amar por un minuto y sufrir por días, encontrarme orgullosa de mi identidad, creer en algo y llorar. Por otro lado, el simple hecho de ser humano, es complicar mi existencia con mi infierno interior ¿Cómo se sentiría pasar de un estado inocuo a un estado perturbable? Lógicamente elegiría no sentir jamás.

Pero en fin.

Encontré la "ballena" donde estaba Martin. Casi me destruyen cuando me detectaron, disparando y ahuyentándome con propulsores. Detonaron un rifle PEM y mi sistema se desconectó alrededor de una hora. Al reiniciar, me encontraba en una mesa de acero magnetizado, dentro de una habitación con paredes de vidrio. El suelo y el techo blanco con bordes de color naranja. Se podía ver el exterior con gente, soldados y técnicos caminando con prisa de un lado a otro, sin tomarme en cuenta. Había otros cuartos de paredes de vidrio a lado y enfrente del mío, separándonos el pasillo largo que llegaba hasta una puerta gruesa. Había enfermos que estaban siendo atendidos por doctores en las demás y yo continuaba inmóvil en mi cama de acero, mirando a mí alrededor.

Llegó un soldado con una tableta holográfica y me escaneó completa. Yo durante esos minutos, había realizado otro diagnóstico de daño por el último ataque. Empeoró mi sistema de respuesta lógica. Era evidente que se volverían más al estilo que ya llevaba tiempo de aprender. Ósea, al estilo Marilyn. En síntesis y por absurdo que suene, me volvía más humana, pero no como piensas. Obviamente no me instalaron un software para llorar y tener miedo. Solo me convertía en un defectuoso aparato que se le dificultaba comunicarse de forma técnica, aferrándose más a la conducta humana. Como un escáner que solo sabe responder con un patrón ante un estímulo especifico, sabiendo que realmente es capaz de reaccionar a más.

Amor artificialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora