Consecuencias

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El resumen es bastante insípido. Realmente no me gusta recordar mucho estos años porque solo fueron tragedias continuas. De hecho, muchos de estos datos ya están en tus documentales y proyectores educativos. Me esforzaré en darte una idea, pero no quiero entrar en detalles. Conocí a los líderes, vi en los proyectores a un hombre poderoso que representó al sistema, sufrí del encarcelamiento y presencié las múltiples matanzas indiscriminadas por las patrullas y androides. Después de ver a mi hijo, terminé por cambiarme a un cuarto cerca de la casa de Rose. Trabajaba ahora de albañil y podía verlos sin restricciones, sin embargo existía recelo por parte de su actual esposo quien era parte de las fuerzas de defensa. Rose era respetuosa con su esposo y procuraba tratarme con distancia. No quería darle ningún motivo para que desconfiara. Salía con Jorge muchas veces, con limitaciones en tiempos por mi trabajo. Ernest estaba toda la noche afuera y aunque ahora ocupaba mi lugar, le tenía mucho respeto por su valentía y por los cuidados que le dio a mi familia en mi ausencia. Por su parte, se mantuvo serio y a veces cortante conmigo. Era normal y comprensible su actitud por mi presencia. Que viviera el ex de su esposa y padre de su hijastro a lado de su casa, no se sentían las cosas muy cómodas. Yo tenía la intención de respetar la decisión de ella, quien desafortunadamente parecía estar enamorada de ese hombre. Mientras tanto yo, me adaptaba a una pequeña habitación que solo tenía la cama, el escusado, un lavabo y un foco. Era más de lo que podía esperar. Me sentía afortunado por poseer algo así.

–No quiero problemas. Mi esposa te aprecia y entiendo que eres el padre de Jorge, pero no te metas en nuestras vidas.

–No lo haré, pero es mi hijo. Vine de muy lejos para encontrarlo.

–¿Estuviste en la cárcel no?

–Sí.

–Puedes luchar por tu hijo, pero no intentes nada con mi esposa.

–Ya me dejó en claro que tú estás primero.

–También quiero pedirte que no pises mi casa cuando esté de guardia.

–Está bien.

Me dolía reconocerlo, pero definitivamente ya no era parte de su corazón. Desde hace años, dejé de serlo para darse una nueva oportunidad con un hombre que la protegió y la apoyó en un momento difícil. A eso me refería cuando dije que era una persona que cree en los cierres y sin embargo, yo todavía la quería mucho. Poco a poco me fui ganado la confianza de Jorge y al poco tiempo ya éramos inseparables, al mismo tiempo que Ernest confiaba más que respetara su relación. Era un hombre directo y tosco cuando hablaba, pero era muy inteligente y un hombre de principios. Con el pasar de los meses, Rose y yo nos teníamos mucha confianza para confesarnos todo. Teníamos una relación de confidencia y lealtad que no se parecía a nuestros inicios cuando estábamos en Vallejo. Me volvía a sentir atraído hacia ella, pero ahora de forma diferente. La quería porque era justamente la persona con quien moriría feliz. Ya no la veía con los ojos de un aficionado que explota en cortos momentos llenos de pasión e impetuosas conmociones, sino de un amor largo, devoto e imperturbable.

–¿Crees que hubiéramos sido felices?

–Sí. Posiblemente sí.

–Gracias por escribirme. Me ayudaron tus cartas.

–De nada ¿Dónde están?

–Tuve que destruirlas. Ni siquiera debía recibirlas.

–Entiendo.

–¿Quieres mucho a tu esposo?

–Lo amo. Aunque los "hubieras" formaran parte de nuestras vidas, me siento afortunada de encontrarlo a él.

La vida no era fácil y la escasez golpeaba con fuerza a los habitantes. Nadie estaba exento de sufrir de un ataque en la calle o en sus casas. Cada día como mínimo, había no menos de diez muertos en las calles. Cuando Jorge cumplió once años, recuerdo que ese día fuimos al centro para comer en el mercado. Unos androides llegaron abriendo fuego a todos los que estaban a su vista. Entre el pánico y las muertes, corrí con mi hijo para rodear cuatro kilómetros hasta llegar a su casa. Fue la primera vez que vio como disparaban contra el pueblo. Perdieron la vida ochenta y nueve personas.

Amor artificialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora