Dolor recorriendo todo su cuerpo y un placentero calor fue lo primero que sintió al recobrar su conciencia. Sabía que aquel primer trauma se había repetido, pero había algo más, ¿no es así?
Abrió los ojos parpadeando unas cuantas veces, la poca luz que entraba le había hecho doler la cabeza, pero por fin se encontraba despierta. Su cuerpo, acostumbrado a aquella pesadez post-abuso reaccionó bien, mas fue la visión que tuvo hasta sus pies lo que la conmocionó un poco: si no mal recordaba, al abandonarla a su suerte luego de la violación, su cuerpo comenzó a dar a luz; un desmayo; y luego la mano de Ivar es lo único que recuerda, además del constante dolor claro está.
Un movimiento a su lado la hizo mirarlo, ahí recostado medio desnudo y abrazado a su bajo vientre se encontraba Ivar; el único nombre que pudo gritar, la única persona en quién podía pensar en medio de tan ciego dolor. Dirigió su mano derecha a su rostro, deseando acomodar tras su oreja aquellos largos mechones sueltos para poder verlo por completo, pero un grito la detuvo, un llanto que la dejó estática a punto de llegar a su objetivo.
Ivar abrió los ojos justo con los primeros quejidos y, mirando de reojo a la mujer despierta y en aparente shock a su lado, se levantó y llevó a sus brazos al bebé que descansaba entre sus cuerpos, abrazándolo hasta que una esclava entró por la puerta y cargándolo con aparente cariño, lo sacó de la habitación.
Eso significaba que no estaba muerto ¿verdad? Había sobrevivido todo y a pesar de todo.
¿Ahora era madre? No... no quería verlo, no quería serlo, no estaba preparada, aún no.
¡No si era de él!
*****
Despertó al día siguiente, su mano ya suelta aún se encontraba entre la de su acompañante, así que con cuidado tocó su rostro y pecho, comprobando que la anterior fiebre hubiera desaparecido y al confirmarlo se levantó a cambiar sus aún húmedas ropas por algo seco, para luego salir sin causar demasiado ruido en la habitación.
—Joven Ivar —La inclinación de una sirvienta fue su primer saludo.
—Ve a mi habitación, hay una joven descansando, quiero que la cuides —pidió—. No te separes ni un momento de su lado, ¿entendiste? —La esclava afirmó con la cabeza y desapareció rumbo a su habitación.
En la sala del "palacio" estaban sus hermanos, Sigurd y Hvitserk hablando y callando con su aparición.
—Ivar.
—Ivar —Fueron los saludos que le dirigieron apenas lo vieron, siendo correspondidos por una leve inclinación de cabeza antes de sentarse a su lado.
—Y bien —dijo—, ¿dónde están esos desgraciados?
Hvitserk se levantó y le pidió que lo siguiera, salieron del lugar y dirigiéndose hacía su parte posterior, llegaron a las caballerizas, donde encontraron a Ubbe, Bjorn, e incluso a Laggertha hablando con una extraña mirada en sus ojos.
![](https://img.wattpad.com/cover/251177016-288-k862931.jpg)
ESTÁS LEYENDO
LA MONJA
FanfictionCómo Vikingos han ido saqueando las ciudades cercanas, pero hay algo extraño en este lugar, aún más extraña esa mujer, esa monja. Ivar, al igual que su padre, cayó por un Cristiano, Cristiana en su caso y aún sin saber comunicarse tiene en claro una...