CAP 42. FELICIDAD

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N/A: Hell-o!!!

 Éste capítulo pudo haber sido dividido en 2 pero siento que de haberlo hecho hubiera roto momentáneamente la ilusión, así que aquí está,  directo del original XD

Espero disfruten su lectura y sientan lo que yo al escribirlo

🖤🖤🖤




El pacto se formó sin contratiempos después de las intervenciones femeninas, un intercambio se llevaría a cabo con una semana de plazo, esperando que los paganos zarparan de regreso a sus tierras sin ocasionar mayores incidentes, pues las noticias de que el pueblo cercano a la costa había sido completamente quemado se desperdigó por todo el reino en poco tiempo, incluso llegando a los reinos vecinos, quienes si bien pensaban armarse, no planeaban ir en su ayuda; además de que su intrusión podría hacerlos ver débiles frente a los musulmanes, quienes podrían aprovechar la oportunidad para conquistarlos.


     —¿Tienes una enfermedad? —preguntó el príncipe ahora que estaba relativamente a salvo en un campamento intermedio donde una cuadrilla de guerreros y otra de caballeros velarían por su seguridad y la de Idun hasta el día en que se cumpliera el tratado.

     —No, así nací —contestó ella, no sin dejar de observar a su alrededor.

     —¿Cómo lo sabes? —volvió a cuestionar.

     —Porque mi hijo es igual que yo —dijo simplemente, buscando a Ivar con su mirada en el silencio que hizo el otro.

     —Sabes su idioma —comentó él y ella sonrió.

     —Además de su cultura... —reconoció la muchacha, descansando la mano en su cinturón.

     —¿Por qué? —Volvió a preguntar él, buscando razón para que acompañara a esos paganos.

     Idun se mantuvo callada entonces, rememorando su vida y su nacimiento, el nuevo que había obtenido junto a Ivar.

     —Porque ellos me dieron felicidad —expresó recordando sus días en Kattegat, en brazos de Ivar, acompañada por su hijo, su familia y la de su amante.

         »No soy más un sacrificio, sino una persona —habló nuevamente antes de que se hiciera otra pregunta y el tema terminó.

         »¿Te quedaras? —balbuceó frente a Ivar, quien se les había acercado, buscando no separarse de su mujer por un tiempo excesivo.

     Él asintió a sus palabras y permaneció a su lado, centrando su atención en el hombre frente a él, intimidándolo con la mirada hasta el momento en que éste optó por salir de la carpa.

     —No pretendo dejarte sola —habló él por fin al verse nuevamente a solas.

     —Nuestro hijo no puede quedarse solo —dijo ella y él le acarició la melena trenzada.

     —Bjorn y Ubbe están con él.

     —Y Hvitserk conmigo —contraatacó ella, sacándole una sonrisa al ojiazul.

     —Iré a verlo en un par de días —rió besando sus cabellos y se quedó ahí, simplemente disfrutando de su cercanía.


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