LA MONJA

CAP 26. BJORN FASTNANDI

GLOSARIO BÁSICO

Brudhlaup- Matrimonio.
Fastnandi- Guardia legal de la esposa.
Handsal- El testigo de la "pedida de mano".
Heiman Filgia- "Pago" que da la esposa, y que asegura su manutención (regresa a ella en el divorcio).
Heitkona- La mujer comprometida.
Kaufehe- Matrimonio realizado como un acuerdo comercial y diplomático mutuo (diferente del Raubehe que es por robo).
Morgengifu o Mundr- "Regalo" del novio a la novia.
Siv- Novia
Raubehe- Matrimonio por robo en el que posteriormente la esposa se vuelve una pertenencia material.

Una decisión había sido tomada luego de esa última plática. Ivar estaba más que seguro de que deseaba la compañía de esa extranjera de por vida, ella se encontraba cargando a su bebé en brazos al igual que él lo había hecho aquella primera vez ya hace semanas, temiendo el lastimarlo, despertarlo, tirarlo, incluso el simple hecho de apretarlo más fuerte hacia su cuerpo; fue entonces que lo dijo, rápido, simple, sólo entre ellos y con el pequeño de testigo -aunque éste no lo recordaría nunca-, él la quería y ella, más receptiva, fuerte y segura de sí misma que cuando la llevó consigo en un inicio, simplemente respondió afirmativamente ante su petición de "ser suya", confirmando así, que era completamente recíproco; y lo mejor de todo, desde la perspectiva de Ivar, era que no le temía, no había accedido a ello exclusivamente por temor, ni siquiera estaba seguro de si en algún momento ella había tenido miedo de él directamente, por ser él o por lo que hacía y eso, sobre todo ESO, era lo que lo ponía completamente feliz.

     La emoción no cabía en su cuerpo, un fuerte abrazo y esas ganas de... ¿ganas de saltar de la emoción? Por la respuesta de su chica, de su novia, de esa hermosa extranjera que estaba dispuesta a pasar su vida a su lado. ¿Dormir? No podía, ¿saltar?, ¿correr? Lo cierto es que no había sentido la necesidad de tener un par de piernas para demostrar emoción antes sino hasta ahora, pero recostado sobre las pieles como se encontraba, con el cuerpo de su -ahora formalmente- Siv, recostada cómodamente sobre su torso, compartiendo su calidez con la de él; acarició unas cuantas veces su cabello y parte de su rostro, y estiró sus brazos en forma de triunfo, a los laterales de su cabeza sin que una gran sonrisa abandonara su rostro, era todo lo que podía hacer y lo que hizo durante toda la noche, pues no logró conciliar el sueño sino hasta entrada la mañana, cuando los pájaros comenzaron a trinar y la luz del alba empezó a asomarse por la ventana, fue entonces que deteniéndose con los brazos recargados en su espalda, se decidió a hacer formal su unión y, recostando lentamente a su (pronta) mujer entre las pieles, se dispuso a levantarse para organizar el Brudhlaup

*****

     —Debe ser Raubehe, ni siquiera hay que preguntarle a los sabios —Escuchó cuando, luego de despertarse, se dispuso a adentrarse en la sala común de donde se escuchaban salir las voces masculinas, encontrándose a los hermanos dialogando.

     —Es cierto Ivar —dijo otra voz—, después de todo la consideras tuya desde el inicio hermano —respondió Hvitserk, más las palmas de Ivar fuertemente estampadas en la madera frente a él detuvieron cualquier comentario venidero.

     —Olvidan que ya no es cristiana —Casi gruño Ivar, podía ver su espalda y antes de poder acercarse un poco más a ellos un mano en su muñeca izquierda la detuvo.