Kirinmaru

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Sus creencias habían tambaleado el día en que se enteró que Touga había dejado a su familia para elegir como esposa a una inferior humana. Lo consideró como indigno, traidor, como enemigo, cortó toda relación con él y se instauró una fría separación entre Este y Oeste. Y había tenido razón en hacerlo, Aquella situación no hizo más que llevar a la desgracia en pocos años, al verlo débil, muchos Daiyoukai se dispusieron a atacar al inuyoukai para intentar usurpar sus tierras, finalmente dos de ellos consiguieron herirlo de gravedad. Al enterarse, él le envió las mejores medicinas, pero fue demasiado tarde. Touga sufrió una muerte patética siendo aplastado por un castillo en llamas, salvando a su humana y al hijo hanyou que acababan de tener. Para consolar a su hermana le hizo un regalo, una perla que supuestamente concedía deseos, pero ella lo usó para pedir algo estúpido, dejar de tener lágrimas y poderes, esto ocasionó que se generaran las perlas arco iris. Desdeñosa de sus propias lágrimas, su hermana mayor las esparció por doquier.

La perla resultó ser una farsa, no cumplía deseos, los tergiversaba. Su hermana cambió drásticamente, pero él lo ignoró pensando que era algo temporal y producto del impacto por la muerte del Rey del Oeste. Pero ella comenzó a insistirle en que matasen al niño hanyou en venganza por la muerte del General.

Él se negó una y otra vez, excusándose en que el niño pertenecía y vivía en las Tierras del Oeste, a las cuales no podían entrar.

Sesshoumaru era ahora el Rey, era el único con derecho a escoger el destino de su medio hermano. Se dio cuenta demasiado tarde que la perla envenenaba a su hermana, por lo que decidió deshacerse de ella. La perla soltó una supuesta profecía antes de separarse de ellos. Que un ser que no era ni humano ni demonio capaz de cruzar el tiempo le daría muerte. Él se burló de semejante idiotez y jamás volvió a ver a la joya.

Pero transcurrieron doscientos años, el segundo hijo de Touga creció y se volvió fuerte.

No sólo eso, sino que cayó en la cuenta de algo terrible. Sesshoumaru, al igual que su padre, había tomado por esposa a una humana, la cual había dado a luz a gemelas también hanyou.

Su hermana le recordó la profecía de la perla, seres que no eran ni humanos ni youkai.

Y le recordó que un hanyou había llevado a Touga a la tumba.

Y eventualmente lo mismo pasaría con Sesshoumaru.

Su hermana mayor persistió con esta historia por muchos días hasta que consiguió llenarlo de terror de que la profecía pudiera tener un deje de verdad. De modo que no sólo Sesshoumaru estaría condenado, sino también él mismo.

Creyó haber hecho entrar en razón al Rey Bestia del Oeste, conseguir que les permitiera la entrada a sus tierras para eliminar juntos a todos los hanyou que allí hubiera, empezando por su hermano.

Pero entonces Sesshoumaru se valió de un truco y selló a su hermano en una perla negra de Housenki. La excusa de Sesshoumaru fue válida, el Meidou Zangetsuha de la espada portada por el hanyou era necesaria para la destrucción del cometa Aciago que seguía apareciendo cada quinientos años, liberando fragmentos perniciosos sobre sus reinos. Era extenuante, pero Sesshoumaru tenía razón, por lo tanto, lo dejó pasar. En cuanto a sus hijas... fueron dadas por desaparecidas.

Kirinmaru le tomó la palabra, pero Zero no, y ella se puso a buscarlas para "proteger a su hermano". Para asegurarse de que Sesshoumaru no hiciera nada, ella se vinculó con la vida de su frágil esposa, finalmente dio con el paradero de las niñas y atacó el bosque en donde supuestamente estaban. Las dieron por muertas durante una década, ya que Zero no volvió a percibir ningún sueño proveniente de ellas.

Pero eran peor que la peste y reaparecían, esta vez con la intención de matar a sus subordinados. Kirinmaru no sentía nada en especial por ellos, los dejaba hacer a su antojo siempre que respetasen las leyes del reino y los mantenía vigilados a través de su conexión mental con Riku. No le importó que uno a uno fueran destruídos los cuatro peligros, después de todo ellos habían sido extranjeros invasores antes de que él los sometiese con sus poderes. Pero cuando el último de ellos atrajo a las tres jóvenes hacia su barco, su hermana le recordó una vez más la profecía que se cernía sobre él.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora