Sueños

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No, no podía tratarse de lo que él estaba imaginando.

─¿Kirinmaru les ha hecho algo?

─No nos ha hecho nada, pero nos ha mostrado el cometa Aciago y sus fragmentos, que caerán sobre mi ciudad en quinientos años. Sesshoumaru, te lo suplico, tienes que evitarlo.

─¿Y qué se supone que yo haga?

─Haz lo que sea necesario. Esa familia veló por mi seguridad durante diez años, no soportaría que les sucediera nada.

Sesshoumaru cerró los ojos.

─Ahora no sólo tengo que velar por la continuidad del tiempo sino por lo que pase en él. Escucha, la única persona que sabe qué puede pasar en quinientos años es la mujer de Inuyasha. Le hablaremos y encontraremos una solución. Pero baja a ver a tu madre primero y explícale de tu propia boca por qué tomaste una decisión tan descabellada.

Towa se sintió culpable. Tomó a su gemela de la mano y corrió con ella rumbo a la casa. Antes de que llegaran, Rin salió al camino corriendo y las recibió con un abrazo y una gran sonrisa.

─Tenía miedo por ustedes, me alegro mucho de que estén en casa tan pronto.

─Kirinmaru tuvo mucha hospitalidad para con nosotras ─le dijo Setsuna abrazándola.

─Towa, hija, ¿te sientes bien?

Ella se forzó a sí misma a sonreír y le mintió.

─Estoy muy bien, sólo necesito hablar con la tía Kagome más tarde, también hemos extrañado a Moroha.

─Coman algo y descansen y después podrán ir a casa de su prima, ella también ha estado preocupada por ustedes, tengo tanto que preguntarles.

Las gemelas se miraron y asintieron. Habían decidido que le darían felicidad a Rin mientras estuvieran con ella. Fueron a la casa y dejaron que su madre les sirviera abundantemente.

─Sé que aceptaste ser Reina cuando Kirinmaru-sama te proclamó ese nombre, pero no tienes que aceptarlo si no quieres. Eres muy joven, tienes toda una vida por delante. Aceptar eso es una enorme responsabilidad.

Towa dejó a un lado su tazón de comida y con ambas manos tomó la de su madre.

─Kirinmaru me explicó las responsabilidades de un Rey Bestia y las dificultades que nuestro padre tiene para ocupar ese lugar. Él merece ser feliz contigo y tú ser feliz con él por toda una vida, es lo menos que se merecen por todo el sufrimiento que han pasado. Tú eres mi madre, yo me sacrificaré por tu felicidad.

─No quiero que hagas grandes sacrificios, hija, sólo quiero que seas feliz. No quiero que mi felicidad cueste la tuya. Cuidaré de ti y de tu hermana, pueden ser como las otras chicas, estudiar, prepararse, hacer amigos e incluso formar una pareja.

─Madre, no es nuestra intención herirte ─le dijo Setsuna─, pero estos días hemos hablado mucho Towa y yo. Hemos llegado a la triste conclusión de que las palabras de Kirinmaru eran ciertas: en los catorce años que tenemos nunca hemos podido ser normales ni adaptarnos a vivir entre los humanos. Hay una parte de nosotras que grita su deseo de ser Inuyoukai, por eso somos exterminadoras en nuestro tiempo libre. Nuestra sangre lo suplica, mamá. A veces seremos humanas indefensas, pero en otras oportunidades seremos perras feroces con sed de batalla y no queremos hacerte sufrir por ello.

Rin cerró os ojos silenciosa, sonriendo y apretando las manos sobre su regazo.

─Lo sabía, desde el momento en que supe que iban a nacer, supe que tendrían una vida difícil. Su padre las ama, pero lo demuestra de modos diferentes a como lo haría un padre humano. Él me lo explicó, que las pruebas del crecimiento de un youkai son siempre brutales, que si Towa quiere ser Reina tendrá que pasar por un entrenamiento arduo de cientos de años, en los cuales penará.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora