Preparativos

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El imponente Inuyoukai viajaba por lo alto haciendo el último reconocimiento de su territorio antes de la bajada del sol, mientras era seguido por el dragón de dos cabezas, que llevaba a sus lomos a su esposa y su sirviente. Todo parecía sereno hasta que hubo un cambio de vientos. Dejó de volar, suspendido en el aire y se giró en la dirección de la que el viento provenía, vio una gran tormenta levantarse con inusitada y sobrenatural velocidad, aunque estaba demasiado lejos, era poderosa.

También el dragón se detuvo y la mujer humana y el pequeño sirviente verde miraron el fenómeno. Venía desde el Este.

─¿Qué es esta manifestación tan ominosa? ─un escalofrío recorrió la espalda de Rin.

─Youki amplificado ─le dijo su esposo─. Hay una intención mágica muy poderosa manifestándose. Es probable que Kohaku haya llegado con esa arma extranjera ante Kirinmaru y se la haya entregado.

─Es un poder que fácilmente rivalizaría con el suyo ─Rin miró preocupada a Sesshoumaru─. ¿Qué cree que hará Kirinmaru-sama con semejante poder?

─Ya ha ganado estas tierras, no puede desear más. Es probable que amedrente a Kohaku y luego deseche el arma como basura. A no ser que quiera conservarla como trofeo.

─Sesshoumaru-sama, volví a equivocarme, debí haber detenido a Kohaku y decirle que no se llevara esa arma. Tal vez cayó en las manos equivocadas.

─Es responsabilidad de Kohaku, no tuya.

─Sí, pero Towa y Setsuna todavía están allá. Ese artefacto puede meterlas en problemas.

─Bien, iré a incautar esa arma, si eso te da paz mental ─miró a su sirviente─. Jaken, lleva a Rin a casa, estaré de regreso tan rápido como pueda.

─Sí, amo ─contestó el pequeño youkai haciendo una reverencia desde el lomo de Ah-Un.

El dragón y el amo volaron en direcciones opuestas.

Una gran batalla había acontecido entre clanes, seguros de que las tierras habían sido asoladas por el clan rival y que debían proteger las aldeas restantes de sus respectivos territorios. Los caballos corrieron llevando a sus amos, los soldados chocaron espadas, las flechas volaron desde una y otra facción, hubo gritos, fuego, disparo de armas de pólvora, pronto todo olía a carne quemada, a humo de pasto incendiado y a sangre. Muchísima sangre había sido derramada. Finalmente, con pocos soldados, uno de los ejércitos se proclamó el ganador. El sol había descendido en el horizonte y lo único que iluminaba eran los astros y el fuego encendido por la contienda. La escena era fantasmagórica, cadáveres con sus rostros desfigurados por el sufrimiento, que contrastaban con las caras de victorias del líder del clan victorioso.

Pero el breve "festejo" fue interrumpido por la aparición de una enorme bola de fuego sobre el lugar. Al desvanecerse esta bola, vieron aparecer flotando sobre ellos una hermosa mujer de cabello blanco y ojos violetas, con ropas muy elaboradas, que, sin prestarles la más mínima atención, caminó hacia algunos de los cadáveres y se inclinó hacia ellos.

─¡Youkai! ─gritaron algunos y se dispusieron a huir.

─¡No sean cobardes, disparen con todo lo que tengan! ─les dijo imprudentemente su líder. Ellos dispararon tanto las armas de fuego como las flechas hasta quedarse sin carga.

La fémina abrió los brazos hacia ambos lados y desplegó bolas de fuego que interceptaron los proyectiles. También, con felina habilidad, saltó esquivando muchos de ellos. Finalmente, respondió a los ataques moviendo las manos en dirección a ellos y lanzando bolas de fuego que los consumieron hasta convertirlos en carne asada, mientras daban sus últimos gritos de terror.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora