Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UA

Jaspe

Las dos inuyoukai, la que tenía una forma física y la que estaba hecha de luz se habían elevado por sobre el palacio en las nubes. Giraban en el cielo, buscando el espacio abierto de la otra para atacar primero. Towa dejó de pensarlo y se lanzó a darle una mordida directa al cuello. Su abuela se la quitó de encima de un zarpazo y abriendo sus fauces lanzó un torbellino de energía. La inuyoukai de luz abrió su boca y de ella salió un feroz dragón azul gemelo. Los dos ataques chocaron con gran violencia, comenzando a empujarse en la dirección contraria. Towa concentró toda su energía, empujando el ataque con más fuerza y logrando que las cabezas de los dragones engulleran el torbellino. Ambos ataques giraron uno encima del otro, se formó una sola onda que golpeó por sorpresa a su abuela, la cual soltó un enorme rugido de desesperación.

Moroha, el el suelo del palacio, estaba anonadada. Su prima era un prodigio, había seguido los consejos de Kirinmaru y así había conseguido imitar el Bakuryuuha. Una versión burda, poco controlada y poco potente, pero lo había hecho.

La Reina no dejó que el golpe la arrojara por el suelo, se recuperó antes de tocar el mismo y arremetió contra su nieta, tomando a la inuyoukai de luz por el cuello con las fauces y las garras, en un intento de hacerla suprimir la transformación.

De repente, giraban una sobre la otra, hiriéndose con las garras. La inuyoukai de luz dio una fuerte mordida y comenzó a absorber la energía de su abuela. Por los entrenamientos con Kirinmaru ya sabía que esto iba a culminar en una explosión, pero tenía que apresurarse en ganarle, así que correría el riesgo. Su abuela comenzó a revolverse, intentando liberarse. Arañó con brutalidad hasta que una de las garras abrió la energía que protegía al verdadero cuerpo de Towa, así la distrajo y consiguió separarse.

La chica albina se sujetó el brazo dolorido que había recibido el golpe. Cuando creyó que nada peor podría pasar, su abuela abrió la boca y escupió una bola negra. De esta bola salieron los cuerpos inmateriales de dos perros negros. ¡Eran esos los sabuesos del infierno que habían atacado a los humanos?

Les lanzó pulsos de energía, pero los ataques no le hicieron nada a estos sirvientes del otro mundo, sino que los volvieron más violentos y se lanzaron a morderla con la intención de romper su campo de energía y comérsela. Towa comenzó a caer de los cielos, girando sobre sí misma, lejos del palacio y rumbo a la Tierra. O bien se estrellaría o bien esas cosas iban a comerla como a los humanos ¿De verdad su abuela iba a matarla?

Setsuna y Moroha se montaron sobre Kirara, dispuestas a salvar a la albina, pero la abuela se les atravesó y golpeó con ferocidad a la gata, dejándola inconsciente. Las dos chicas se pusieron a pelear con ella, dispuestas a quitarla de camino y salvar a Towa de una muerte segura.

─¡Sesshoumaru! ─gritó la princesa albina asustada a pesar de saber que no había forma en que él la oyera. Era el único con poder de detener a los seres del otro mundo.

Entonces recordó a la voz del Rey Bestia del Este. "Una Reina Bestia no se esconde detrás de sus padres".

Ella gritó su miedo a todo pulmón. Comenzó a lanzar zarpazos con su energía intentando quitarse a los sabuesos de encima, pero éstos regresaban a morder.

Gritó más, esta era la primera vez que le tenía miedo a su propia muerte y que la veía tan cerca. Con su espada, absorbió la energía de los sabuesos, la energía del otro mundo, la espada se volvió sorpresivamente negra. Con este filo negro los cortó. Dos hendiduras en forma de luna creciente se abrieron en el aire y los sabuesos se fueron por allí, siendo absorbidos con la fuerza de un agujero negro. Así que esa era la luna infernal. Había sobrevivido a la prueba de su abuela, pero cuando su cabeza tocara el suelo a semejante velocidad de caída, le estallaría y sería el final. Cerró los ojos. Fueron los mejores catorce años de su vida.