Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UA

Hikyu

Temprano por la mañana de un soleado sábado, Towa preparó sus cosas, se despidió de su familia y fue corriendo hasta el templo. Se despidió de sus abuelos y puso la mano en el árbol de las edades. Un portal le abrió paso al otro lado. El viento era fresco en la era Sengoku y le traía aromas del bosque. Corrió a la aldea, pensando que se encontraría con Moroha y Setsuna pero no fue así. Kagome estaba sola en su casa, ya que Inuyasha había ido por recados a una ciudad y había llevado consigo a Moroha en ese viaje. Setsuna estaba viviendo una temporada bajo el cuidado de Sango en la aldea de exterminadores, ya que los mismos querían adaptarse a nuevas armas que habían recibido de parte de Totousai. Sesshoumaru le había cedido colmillos para forjar cuchillas dignas de proteger a Setsuna, tomándose el deseo de la hija menor de ser comandante muy en serio. Por su parte, sus padres creyendo que ella pasaría una muy larga temporada en la era Reiwa, partieron de viaje.

Towa se deprimió bastante, sin embargo, su tía Kagome le tenía guardada una carta escrita por su madre. La chica albina se sentó junto a su tía y abrió la carta a toda velocidad. La caligrafía de Rin era preciosa, lo leyó todo.

"Towa, sé que estás pasando por un momento difícil que no puedes revelarnos a ninguno de nosotros, pero cuando nos volvamos a ver, espero ser tu apoyo de alguna manera. Esta carta es para darte los mejores consejos que tengo".

"Primero, como Reina debes instruirte en todo tipo de artes, lenguas y ciencias. Sé que traes conocimientos superiores desde la era Reiwa, pero creo que los volúmenes que he dejado en tu casa de la aldea podrían ser interesantes para ti, estúdialos a consciencia como yo lo hice".

"Sigue practicando artes de guerra, yo no sirvo para ser buena estratega, pero tú sí que lo necesitarás, así que si puedes pedir consejo de Kirinmaru-sama o material de lectura que él tenga te sería de gran utilidad. En tu casa, hay manuscritos de crónicas hechas por tu abuelo y por los sirvientes de tu padre, te servirán de ejemplo, pero cuando puedas leer alguno de las tierras del Este, por favor, hazlo. Sé que te tomará mucho tiempo y esfuerzo aprender todo eso, pero valdrá la pena".

"Aprende primeros auxilios de tu era, pero también apréndelos de Moroha y tu tía. Si en algún momento estás sola o en medio de la nada, eso te será de gran ayuda".

"Sé muy perspicaz con todos los súbditos youkai que aparezcan ante ti, sean los tuyos o los de Kirinmaru-sama. A medida que crezcas las cosas se irán poniendo cada vez más violentas".

"Te he dejado de regalo objetos personales que tu padre en algún momento me dio, son ropas, joyas y armas que ayudarán a marcar tu status. Sé que prefieres tus objetos de la era Reiwa por ser más prácticos, pero si en algún momento puedes vestir como lo hace tu clan, no desperdicies la oportunidad."

"Si en algún momento algo saliera mal con Kirinmaru-sama, acude a nosotros de inmediato, no lo dudes ni un instante. Mientras tanto, intenta vivir con tranquilidad entre la aldea y tu ciudad de crianza, mientras más conocimientos puedas adquirir de tus tutores, cuanto mejor. Debes estar a un paso delante de todos siempre, tu mirada siempre debe ser superior y firme y no debes dejar que te lean las emociones. Tristemente muchos youkai sólo entienden por el miedo y es lo que debes infundirles. Encuentra una forma de expresar libremente todos tus poderes. Adáptate a la vida de la corte de los youkai tan rápido como puedas para que no te acusen de debilidad".

"Finalmente, ama mucho a tus padres de la era Reiwa, Sesshoumaru-sama y yo viviremos más tiempo que ellos, pero a ellos los tendrás por muy corto tiempo, así que no temas darles todo lo que tienes, nosotros lo entendemos".

"Te veo muy pronto".

"Tu madre Rin".

Towa corrió a la casa que le había regalado su padre y la encontró vacía y fría a diferencia de otras veces. Buscó todos los objetos que estaban descritos en la carta y los analizó. Comenzó a leerse los libros que le había dejado su madre, pero pronto el aburrimiento y la soledad le ganaron, el concierto de violín en su smartphone hizo que extrañara a Setsuna. Cargó entonces sus armas y decidió salir de excursión, había algo que deseaba ver.