Inquietud

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Rin no durmió en aquellos días. Sólo supo que sus hijas salieron una mañana de cacería y que luego su abuela se las llevó. Eso le había dicho Sesshoumaru. Ella sabía lo que pasaría sin necesidad de que Sesshoumaru se lo contara: la abuela de las chicas intentaría matarlas a las tres y ellas tendrían que sobrevivir. Era una prueba más.

Sesshoumaru no se encontraba con ella aquella madrugada. Le había dicho que innumerables youkai aprovecharían la situación para intentar atacarlo y así sucedió. Al menos estaba tranquila por él, pues sabía que los youkai menores no tenían oportunidad en contra de sus poderes, pero entonces el cielo se puso negro de nubes, hubo truenos, relámpagos y luego una feroz tormenta. Ella salió a campo abierto, corriendo en dirección a la tormenta, pues sabía que era indicativo de una batalla de youkais fuertes, el viento había cambiado súbitamente de dirección, lo cual sólo lo hacía la intención mágica.

Pero a medio camino se detuvo, repensando la situación con horror. ¿Y si el youkai que había decidido atacar a Sesshoumaru era el mismo Kirinmaru?

Se quedó quieta a mitad de la nada, siendo empapada por la tormenta. No podía ir con su esposo. Si intervenía se podía convertir en su debilidad, él no podía pelear y protegerla al mismo tiempo. Sólo podía quedarse ahí quieta, rogando por un milagro.

De pronto, la lluvia dejó de mojarla. Vio que una estera la cubría y miró al que la sostenía.

─Inuyasha. ¿Viniste porque percibiste la intención de pelea?

─Kagome sabía que ibas a salir con la tormenta, no eres capaz de estarte quieta. Son Sesshoumaru y Kirinmaru.

Ambos miraron hacia el cielo encapotado.

─Tal y como lo pensaba. No debemos intervenir, es demasiado peligroso. Los Reyes Bestia se mantuvieron siempre a raya el uno al otro, pero si Kirinmaru-sama ha decidido venir a desafiar a Sesshoumaru-sama por sus tierras, es la guerra abierta. ¡Tengo miedo Inuyasha! ¡Sesshoumaru-sama podría salir muy herido!

─Te entiendo, pero si Sesshoumaru gana, no lo aceptará y nunca habrá paz.

─¡Lo sé Inuyasha, pero no puedo elegir entre mis hijas y mi esposo! Además, ellas aún no han regresado. Su abuela se las llevó y ella es una persona inflexible.

─Kagome y yo creemos que lo hicieron y que se dirigieron de inmediato a la otra era, eso significa que el Aciago va a caer y que no tuvieron tiempo siquiera de despedirse.

Ella se relajó un poco. Si regresaron con bien significaba que habían superado la prueba de su abuela.

─Kagome-sama y tú dicen que la otra era es segura, sin embargo, los humanos también han atacado a Towa allá. Espero que no se metan en problemas.

─Las tres chicas están juntas y se las han arreglado solas todo este tiempo. Si algo las toma por sorpresa, sabrán salir adelante, pues se tienen la una a la otra y se cuidarán las espaldas mutuamente. Estoy seguro.

─¿Alguna vez tuviste problemas cuando ibas a esa era, Inuyasha?

─A veces había problemas con algún youkai o espíritu maligno manifestándose esporádicamente, o había humanos metiéndose en líos. Pero es muy fácil adaptarse si te comportas igual a ellos y te vistes como ellos. Towa vivió la mayor parte de su vida allá así que sabrá guiar a las otras en ese aspecto.

─Una vez que se destruya el cometa Aciago, Kirinmaru-sama ya no tendrá ninguna excusa para seguir manipulando a Towa ─la mirada de Rin se volvió seria, desafiante, superior como la de una esposa de Rey─. Ella será libre y él no tendrá razón para volver a atacar. Se acabarán los juegos de ese Daiyoukai.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora