Kirin

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─¿Towa? ¿Realmente eres tú hija?

Ella no lo sabía, pero su familia iba casi a diario al templo a esperar su llegada, desde que se abriera un portal en aquel árbol y ella desapareciera. No habían perdido las esperanzas de volver a verla algún día.

─¿Papá Sota? ─sus ojos se llenaron de lágrimas, corrió a abrazarlo fuertemente y su abrazo fue correspondido, gracias al cielo el cometa aún no caía─. Papá, no sabes cuánto te he extrañado, no hubo un día en que no dejara de pensar en ti y en mamá. ¿Se encuentran todos bien? Tengo mucho que contarles.

Sota pudo sentirlo a través del lazo que había creado con ella en diez años, no era la misma Towa que había dejado ir, algo la había afectado profundamente.

─Tranquila, estás en casa ahora, estás a salvo.

En casa. A salvo. Toda esa palabrería emocional le revolvía el estómago al youkai. Eso pensaba, pero en realidad no se sentía bien. "No la conoces", las palabras de Kirinmaru reverberaron en su mente, este humano la conocía más y se preocupaba por ella, y ella le llamaba padre y le demostraba profundo afecto, había cedido a las órdenes de Kirinmaru para protegerlo. Ella ya tenía padres verdaderos que la amaban en su era, no necesitaba a estos humanos. No la había abandonado por gusto.

Sota levantó la vista y vio al ser que la acompañaba, imponente, intimidante, pero con una mirada en sus ojos dorados que hasta a él le dolía.

─Veo que no viniste sola, imagino que él es tu otro papá.

─Ah, sí, él es Sesshoumaru.

─Towa, no seas irrespetuosa ─murmuró el hombre, dedicándole a su hija adoptiva una mirada cómplice.

─Quise decir, él es papá Sesshoumaru.

─Bienvenido, puede descansar en nuestro templo, puedo notar que han pasado por momentos difíciles, será muy bien atendido ¿No es así, mamá? ─Sota miró a su madre y abuelo y ellos asintieron. Le demostraron mucho respeto, pues él emanaba un aura muy diferente a Inuyasha.

Sesshoumaru sólo parpadeó, ellos olían tan parecido a Kagome, tenía una deuda grande con ella. Towa los abrazó a todos con la misma calidez y para cada uno tenía palabras amables. Ella y su padre adoptivo se encerraron por mucho tiempo en una habitación de arriba, era evidente que Towa le contaría todo y se expresaría con él. Sesshoumaru se sentó junto a la entrada mirando al vacío. Al levantar la vista al cielo pudo ver la sombra de lo que atormentaba a su primogénita. Le ofrecieron comida humana, pero ya que no la necesitaba, se negó. Tampoco necesitaba dormir y prefirió no entrar a la casa por la peste a humano y sólo quedarse guardando la puerta.

Había regresado un lunes en la noche, sus padres le sugirieron descansar pero ella se preguntó si podría ir a la escuela para distraerse, se sintió incómoda de saber que su padre inventaba enfermedades graves para encubrir su desaparición.

Así fue que tras pasar una buena noche de sueño en su departamento se alistó con su uniforme de varón.

─Hija, estuve pensando en algo ─comentó Sota mientras desayunaban─. ¿No crees que deberías ir a la academia con tu padre para que él hablara con tu tutor? Si le dices que a menudo tienes que viajar con él por cuestiones personales, todo será mucho más fácil.

Towa levantó una ceja confundida, intentó imaginarse la escena, pero no pudo, papá debía estar bromeando.

─Vamos, papá Sota, lo has visto, no puede andar así por Tokio ni mucho menos presentarse a la escuela, y no creo que quiera dejar su armadura y ponerse ropa de esta era.

Su padre humano la miraba con seriedad, no estaba bromeando. Ella sonrió nerviosa.

─Vamos, no pueden hablar en serio, no puedo llevar a un Daiyoukai a la academia.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora