Emboscada

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De un puñetazo, Rin le cruzó el rostro al guardia youkai

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De un puñetazo, Rin le cruzó el rostro al guardia youkai.

–¿Por qué no obedecieron a Setsuna‽ ¡Ella es su comandante ahora! ¡Estamos en guerra!

El youkai le devolvió el golpe.

–¡No tengo la obligación de seguir a una hanyou sólo porque sea hija de Sesshoumaru-sama!

–¿Cómo te atreves a ponerle una mano encima a la Dama Rin? –Jaken llegó corriendo y agitando el báculo de dos cabezas, lanzó una llamarada feroz contra el youkai, el cual cayó sobre sus espaldas, pero como era de rango medio, sobrevivió a las quemaduras–. Cuando Sesshoumaru-sama se levante pedirá las cabezas de todos ustedes. ¡Towa-sama es la Reina Bestia ahora y Setsuna-sama es su comandante, les guste o no! Rin ¿Estás bien?

–¡Estoy furiosa! –entró corriendo a la casa principal, dejando al sirviente verde atrás.

─¡Rin, espera! ─el pequeño youkai comenzó a perseguirla por los pasillos.

Ella llegó a la sala de guerra, abrió sus puertas, dejó a medio camino en el suelo el largo y hermoso uchikake violeta que llevaba sobre los hombros y corrió hacia una pared en donde habían colgadas diversas espadas y naginatas.

─¡Rin, ni se te ocurra desobedecer la orden de Sesshoumaru-sama! ─le dijo aquella criatura verde que había sido como un segundo padre para ella. Sabía el peligro al que la mujer humana se exponía si se metía de nuevo con Kuroka. Sólo bastaba con ver a su amo.

Ella levantó las manos y se miró las palmas con una sonrisa melancólica.

─Con estas manos... con estas manos yo herí a Sesshoumaru-sama.

Había pasado tiempo, pero lo recordaba bien. Kuroka, mientras la tenía bajo su control, había hechizado una naginata para ella. Con aquel filo, se dirigió en contra de su voluntad hacia su señor y, sin poder gritar hacia el exterior, pero llorando por dentro, blandió la cuchilla hábilmente contra él. Su amo jamás la atacó de regreso, sino que se limitó a defenderse e interceptar todos sus ataques. Ella, por efecto de la nigromancia fue capaz de adquirir una velocidad sobrehumana que fue capaz de cortar el rostro del Daiyoukai, al mismo tiempo que su boca le decía de todo. Lo llamó un youkai mentiroso, un traidor, alguien que la abandonó y olvidó, le llamó tantos epítetos denigrantes, le gritó lo sola que se sentía, lo culpó de sus dos muertes, le preguntó por qué no estuvo allí para salvar a sus padres y hermanos, por ponerla en peligro en tantas ocasiones y tantas otras cosas que no tenían sentido, lo llenó de heridas mentales.

Y aún a pesar de todo eso, una vez roto el hechizo gracias al esfuerzo en común de Inuyasha, Miroku y Kagome, él la perdonó. Él se olvidó de todo lo que ella hizo y dijo cuando estaba en ese estado. Él le propuso iniciar viaje juntos, ya que al ver su capacidad de pelea la consideró lista. Ella se había prometido olvidar todo aquello y volverse una dama recta y con altura. Lo logró con creces. Pero ese Daiyoukai insano tuvo que volver a aparecer, trayéndole esos recuerdos dolorosos y ahora además iba tras sus hijas.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora