Setsuna

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─Muestra tu valía como futura comandante, el fruto de tus entrenamientos con los exterminadores y los hanyou ─él la miró con furia en los verdes ojos, levantando su espada─ ¡Vas a mostrarme ahora el filo de tus colmillos!

Setsuna se lanzó hacia el Daiyoukai, realizando un movimiento rápido y fuerte de su espada. Había entrenado duro para aumentar su velocidad, pero no importaba si arremetía por arriba, por derecha o izquierda, él siempre conseguía interceptarla, chocando su espada con la de ella y produciendo ondas expansivas que hacían temblar los árboles de aquel bosque que habían elegido como lugar de entrenamiento.

─¿Eso es todo lo que tienes? Así no conseguirás ser respetada por ningún youkai.

Ella levantó su brazo derecho y con la cuchilla sangrienta que emergía de él, comenzó a arremeter, pero el Daiyoukai esquivó cada ataque, los cuales perforaron el suelo del bosque, ocasionando grietas y levantando polvo.

─Así es como los ejércitos de Hikyu te burlaron y te mantuvieron lejos de tu hermana, a la que le juraste lealtad.

─¡No, no soy una traidora! ¡Ciclón de sangre! ─al girar su espada, liberó un ciclón rojo, que él atacó con el Bakusaisouha, las lanzas de energía y el viento chocaron violentamente, ocasionando una explosión que lo cubrió todo. Ella aprovechó su olfato para írsele encima y hacerle un corte en el hombro.

Él le dio un fuerte empujón con su intención mágica, mandándola a volar hasta que chochó con violencia contra el tronco de un árbol gigantesco y resbaló por su corteza hasta caer de bruces al suelo.

─Eres tan débil que tu sangre necesita ser sellada para que vivas. No eres hija de Sesshoumaru, sólo eres una vergüenza para tu clan. Sólo avergonzarás a tu hermana.

Ella levantó la vista y miró la máscara de Kirin que el Rey Bestia llevaba. La usaba para proteger su rostro y que no se generasen accidentes o malentendidos entre ellos. A su hermana le tenía piedad y la trataba con suavidad en combate porque era su prometida, pero a ella comenzó a darle muchas cortadas a modo de escarmiento. Y ahora no tenía a Towa para cubrirle las espaldas. Era su culpa por dejarla sola aquel día.

Comenzó a responder con la espada golpeando contra las barreras de él, hasta que infundió su mano en el poder de su cuchilla sangrienta y consiguió darle un puñetazo en la frente y tirarlo hacia atrás.

─¡Si yo soy una vergüenza para mi clan entonces usted es una vergüenza para el suyo! ─se le subió encima y con ambas manos comenzó a darle puñetazos que hicieron volar la máscara─. Yo estaba entrenando, pero usted estaba de viaje. ¡Usted tampoco estuvo ahí!

Él no se defendió de los puñetazos que le llovían con velocidad y furia, sentía que se los merecía. Sentía un dolor muy en el fondo de su corazón, pensaba en lo atribulada que estaba la chica albina, ahora muy lejos de ellos dos. Le sonrió.

Ella dejó de golpearlo. De pronto se dio cuenta que estaba sobre él, en una postura muy comprometedora. Avergonzada, dio un salto hacia atrás para poner buena distancia.

─Bien, la princesa bestia logró golpearme ─dijo mientras se levantaba y buscaba la máscara.

─Es que me sacó de mis casillas ─protestó aún enojada─. Puede insultarme a mí, pero no puede insultar a mi hermana.

—Controla esa fuerza cuando estés tranquila y en nada de tiempo serás una comandante que infundirá temor en los mismos youkai... Por cierto, te he traído obsequios —le dijo él levantando una mano y emitiendo resplandor de su energía.

—¿Para mí? —dijo la hanyou sorprendida.

Atraído por el resplandor de Kirinmaru, una especie da caballo descendió de los cielos. Era enorme, su crin era dorada y tenía el lomo cubierto de escamas doradas y plateadas. Llevaba atado al mismo una caja de madera enorme, que emitía una energía demoníaca intimidante.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora