Hogar

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Cuando las chicas pisaron la cubierta del Tekkosen, corrieron a su interior. Nunca creyeron que en un lugar así experimentarían la sensación de estar en casa, a pesar de que Towa seguía experimentando mareos y náuseas. Entraron y pasaron de la sala del trono como si hubiese sido un sitio muy anhelado.

En primera instancia, bajaron a la armería y entre las tres se pusieron a elegir diferentes armas que querían probar en su próximo entrenamiento. En más de una ocasión se encontraron peleando, por ejemplo, por la misma espada.

Cuando se pusieron de acuerdo en las de su gusto, corrieron en dirección a la biblioteca y caminaron a estantes de volúmenes muy distintos según sus intereses. Setsuna quería saber sobre youkai, Moroha sobre hechizos y herbología y Towa pensaba devorarse lo que hubiera de historia y ciencias.

El Daiyoukai sólo les seguía el paso en silencio y las observaba ir y venir por diferentes partes del barco. Nunca imaginó que podría extrañar sus presencias ruidosas de hanyou. De hecho, al principio las consideró personas no gratas y las echó a golpes. Cuánto se había equivocado. Las tres le daban al lugar una luz que sobrepasaba a la natural. Y como todo Kirin, él estaba atraído hacia la luz. Él mismo eligió un libro de su gusto y se sentó con ellas a leer en el estudio, él en su escritorio y ellas en la mesa de reuniones.

Finalmente llegó la hora del almuerzo de las hanyou y un pequeño youkai sirviente entró a anunciarlo con su graciosa voz. Las tres chicas fueron atropelladamente hacia el salón donde se les servía la mesa. Kirinmaru permaneció solo, leyendo. No quería estorbarlas en un momento tan íntimo.

─¿Encontraste algo interesante sobre ciencias? ─le preguntó Setsuna a su hermana mientras comían.

─Siempre hay estrategias interesantes que obtener de las ciencias, incluso de las antiguas. ¿Y tú, investigabas sobre algún youkai en especial?

─Tenía curiosidad por encontrar algo sobre los kashas.

─Kasha ─Towa lo pensó─. Como esa mujer, Uruki, que encontramos en el bosque del árbol de las eras cuando estábamos con nuestros padres. Es algún tipo de espíritu relacionado con el fuego y con el infierno.

─Sí, algo así parece ser, pero sólo he encontrado informaciones contradictorias.

─¿Tú la recuerdas de la era Reiwa?

─Sí, es la que nos contó sobre el hechizo que mantenía al Rey en letargo. Me pregunto si nos puede ayudar a evitar ese letargo, por eso la estoy investigando. Quisiera saber si sus intenciones son buenas o malas.

─Esperen, chicas ─las detuvo Moroha─. ¿Están diciendo que vieron a la youkai que cuidaba de Kirinmaru-sama en la era Reiwa?

─Es la misma ─dijeron a la vez. Su apariencia y olor era exacto, ni siquiera había cambiado su intrincado estilo de peinado, lleno de pasantes y de flores del infierno.

─¿Qué les hace pensar que es buena y qué les hace pensar que podría ser mala?

─Ella nos advirtió de los espíritus malignos que nos arrastrarían al inframundo. Dijo que las armas comunes no podían herirlos ─le explicó Towa.

─También nos dijo que el modo de derrotarlos era "aplacándolos" ─agregó Setsuna─, pero sólo lo hizo después de que tu madre Kagome le pusiera un hechizo de nueve cortes con un collar. Así que no sé bien si lo dijo de buena voluntad o por miedo al collar.

─¿Un collar como el que tiene pi padre, que con un conjuro lo azota por el suelo?

─Creo que este es diferente ─le explicó Towa─. Cuando le grito "obediencia" recibe una brutal descarga de energía.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora