Desafío

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Towa dejó de respirar por un breve instante. Nunca le habían dicho algo bonito sobre sus ojos. En la era Reiwa siempre había recibido comentarios despectivos, diciéndole que parecía un conejo o cosas así. Mientras que, en esta era, resultaba normal entre seres sobrenaturales aquel color, por lo cual tampoco recibiría cumplidos de youkais, o eso pensaba.

─Ah ─comentó incómoda y se separó unos pasos de él. Volvió su vista al cielo nocturno y cambió deliberadamente de tema para serenar su corazón que quería acelerarse─. Mi honorable abuela me dijo que los Kirin podrían enseñarme a leer constelaciones desde aquí, que es una forma de predecir. Siempre me ha gustado la física pero nunca he entendido las estrellas.

Él levanto la vista un momento del papel en el que hacía anotaciones.

─Puedo enseñarte si gustas, tienes mucho tiempo para aprender ─levantó una mano hacia lo alto─. Observa las siete estrellas más brillantes. Son marcadoras de destinos. Cada punto cardinal desde aquí tiene siete estrellas y cada una tiene una casa, por la cual pasan los guardianes celestes. Las siete estrellas de las moradas del guerrero negro al norte, las siete estrellas de las moradas del tigre al Oeste, las siete estrellas de las moradas del Dragón Azur al Este, las siete estrellas de las moradas del Ave Escarlata al sur y la casa dorada de los Kirin en medio de éstas.

Towa abría mucho los ojos, intentaba identificar las veintiocho estrellas marcadas una a una por él, mientras seguía escuchando su explicación.

─Durante las cuatro estaciones del año, una luz celestial debe pasar en orden por cada una de estas veintiocho casas y cada una marcará una época diferente, con sus propias características, siendo auspiciosas para los seres y los acontecimientos que nacen dentro de la fecha de determinada casa. Hace varios siglos atrás y rechazando el orden dado por estas estrellas, Tokotsu, Kyuuki, Konton y Totetsu intentaron invadir tierras que estaban protegidas por las estrellas auspiciosas, durante estaciones diferentes. Entonces la casa dorada, que guía las acciones de nosotros los kirin dio un indicio de que yo debía suprimir a estas cuatro bestias no auspiciosas para evitar caos mayores. Al ver mi poder, ellos se sometieron.

Ella lo miraba con mezcla de asombro y admiración. Creía que era un romántico, pero con sólo ver las estrellas, él pudo predecir y suprimir la invasión de los Cuatro Peligros, por algún indicio dado por los astros.

Él se giró a mirarla.

─Usualmente, lo que pasa allá arriba termina por suceder aquí como si fuera un reflejo. Como estas criaturas intentaban valerse de poderosa magia fang, tuve que arreglármelas para contrarrestarlos con magia nueve cortes aprendidas de mi hermana mayor. Imagínate qué tan problemática puede ser una batalla contra poderes capaces de torcer la realidad física. Pero tú...

─¿Yo?

─Si tú aplicas tus conocimientos de física, tu control de la energía y tu habilidad estratega a la magia nueve cortes, podrías hacer algo aún más impresionante.

Ella se llevó una mano al mentón, pensativa.

─No lo había imaginado.

─Practica conmigo ─con ambas manos, él se puso a enseñarle las posiciones de los nueve mudras que componían la magia nueve cortes, junto con sus nombres. Rin el poder. Pyō, la energía. Tō, la armonía. Sha, la curación. Kai, la intuición. Jin, la consciencia. Retsu, la dimensión. Zai, la creación. Y Zen, lo absoluto. En cada caso, le explicaba qué intención mágica debía ir con cada corte, qué respiraciones y tensiones musculares usar. Fue muy lento para que ella fuera copiando los movimientos. Towa se confundía de vez en cuando y se avergonzaba. Estaba bien, esas cosas llevaban tiempo en ser asimiladas. Y además a él le gustaba enseñar, en especial enseñarle a ella. Era una buena estudiante.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora