Celebración

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Towa cerró los ojos dispuesta a dormitar para que, de ese modo, las medicinas hicieran efecto más rápidamente, pero unos golpes en la puerta la sacaron de aquel estado y le hicieron abrir los ojos.

Su olor la delató. Era la kasha Uruki quien venía a verla y además traía consigo algo que olía bien. ¿Comida?

Towa no estaba de ánimos, por lo cual miró algo confundida a su hermana y a su prima.

─Yo la atenderé ─le dijo Setsuna y se levantó rápidamente, dirigiéndose a la puerta, mientras Moroha acababa con las curaciones.

Cuando la hanyou pelinegra abrió, se encontró con el rostro sonriente de la youkai de pelo blanco.

─Buenas noches, princesa bestia. ¿cómo se encuentra Su Majestad la Reina?

─Está bastante cansada, pero se repondrá, la estamos tratando en este momento. ¿Hay algo que quieras decirle?

─Sí, necesito informarle los movimientos que se han acordado para la corte en el Este y además entregarle un pequeño obsequio.

Setsuna bajó sus ojos violetas hacia una amplia canasta que la youkai traía, cubierta por una delicada manta.

─Necesito hacerlo cuanto antes, porque debo regresar a la primera morada de Kirinmaru-sama, para prepararlo todo y poder recibirlo como se debe una vez que se encuentre reestablecido.

Setsuna se preguntó cómo sería un debido recibimiento para un Rey. Sinceramente, por el bien de su hermana, esperaba que no involucrara a féminas youkai o festejos muy fastuosos.

─Está bien, pasa, en un momento mi prima terminará de atenderla.

Uruki entró con un paso delicado y fantasmagórico que no era escuchado ni siquiera por los oídos sensibles. Se sentó en el tatami dejando su cesta a un lado, a la espera de que la chica albina estuviera disponible. El regalo que le traía, no obstante, sabía que no era suficiente para pagar su bondad. Como un ser que sabía castigar a las personas por sus malas acciones, reconocía con mucha más honestidad a la gente que hacía buenas acciones, y ella había vengado a su honorable padre. Tocó su collar de jade.

─¿Es molesto tener ese collar? ─la aguijoneó Setsuna.

─Mientras Su Majestad, la Reina confíen en mí, no tendría por qué usarlo conmigo. Tengo tiempo más que suficiente para demostrarle que no me parezco en nada a Kuroka y que mis ambiciones son diferentes.

─¿Y se lo agradecerás con comida?

─Tengo entendido que han intentado envenenar a la reina en varias ocasiones, pero yo no tengo necesidad de hacer algo así ¿Por qué traicionaría de esa forma a la benefactora de mi familia? Te explicaré ─puso una mano delicadamente al borde de la canasta─. Este tipo de obsequio sólo es una tradición milenaria en la casa de origen del amo, de Kirinmaru-sama. Y ya que me convertí en quien dirige todas sus moradas, seguir las tradiciones de su casa para hacer sentir cómodos a ambos reyes me pareció lo correcto.

─Creo que lo consumiré yo primero.

─Eres muy valiente, princesa bestia, puedes consumirlo sin temor, aunque no es propio de la tradición que eso lo haga una doncella.

La hanyou se sonrojó visiblemente.

Pero de todos modos, la youkai de pelo blanco introdujo la mano en la canasta y extrajo un bonito huevo, de los comunes, de ave, pero estaba pintado de un vivo, llamativo color rojo.

Setsuna lo tomó, lo miró detenidamente, lo olfateó y lo probó. Su sabor no tenía nada de especial, sólo era un huevo hervido común y corriente. Se sintió un poco estúpida al tomar exceso de recaudos.

Larga vida a la Reina - Fanfic Kirinmaru Towa - UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora