Wanna know you better. (Español)

Capítulo Cincuenta y Cinco - Algo inesperado.

Los días con Zayn se me pasaban volando, pero los disfrutaba como si cada uno fuera el último. Jamás pensé que podría llegar a sentir algo tan fuerte por alguien. Y jamás pensé que alguien podría llegar a sentir eso por mí. 

Después de volver juntos caminando a mi casa le propuse a Zayn que se quedara a cenar, porque hoy mis papás no iban a estar entonces  yo tendría que cocinar. Harry era muy obvio que no cocinaría. 

Cuando entramos Harry no estaba en el living así que subí a su habitación para avisarle que habíamos llegado.

La puerta de la habitación estaba abierta, entonces encontré algo que no esperaba.

Harry besándose con una chica, que estaba con su espalda pegada contra la pared de la habitación mientras él tenía sus manos en su cintura.

Pero lo que verdaderamente no me esperaba era que esa chica, fuera Ally. 

- OH POR DIOS. - Grité cuando entré y como un acto reflejo, cerré la puerta y bajé corriendo las escaleras después de gritar: 

- Perdón! 

Cuando llegué al living Zayn me miró confundido.

- Había un monstruo ahí arriba? - Preguntó riéndose.

- No... - Hice una pausa, para pensar como explicarle lo que acababa de ver. - HARRY Y ALLY ESTÁBAN BESÁNDOSE!

Dije todo tan rápido que me quedé sin aire.

- Lo sabía! - DIjo Zayn sonriéndo.

- Qué? Cómo que lo sabías? - Todavía no podía entender nada. Hace cuánto que estaban juntos? Estában juntos o solo era un beso que no significaba nada? Qué pasó con lo que me había dicho Ally de Liam?  

- Bueno, no lo sabía, lo suponía, era muy obvio. - Me explicó.  

- No, qué? No... A ella le gustaba Liam.

- Pero Liam ya tiene novia... Y a Harry siempre le gustó Ally.

- QUE A HARRY QUÉ?

Zayn se rió de nuevo y me tomó de la cintura.

- Creo que estuviste un poco despistada amor.

Me reí. Todo iba cobrando sentido. No les había prestado atención pero por alguna razón Harry siempre venía a hablarme en los recreos y Ally siempre le respondía con una sonrisa. 

- Ay Dios, deben odiarme.

- Por interrumpirlos? Sí, puede ser... - Dijo con una sonrisa, le dí un golpecito en el brazo y después él me besó en los labios.

Escuchamos la puerta de la habitación abrirse y en ese momento mi cara se empezó a tornar tan roja como un tomate.