Capítulo Cincuenta y Tres - Sus sueños.

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Estaba parada, sola, enfrente de ellos. Seis chicos riéndose de lo que les estaba diciendo. 

- Saben qué? No me importa que se rían de mí, porque sé que ustedes mismos en el fondo, saben que tengo razón. - Les dije con mi voz un poco más elevada de lo normal.

Dejaron de reírse, pero me miraban sonriendo, sintiéndose y mostrándose como si fueran  mejores que yo.

- No puedo creer que estén haciendo esto. Me parece patético. No, no me entra en la cabeza como una persona puede alejarse de otra solo por lo que piensen los demás. Y hace mucho peor el hecho de que hayan llamado a Zayn alguna vez su "amigo" - Hice incapié en esa palabra en particular. - cuando ni siquiera pueden aceptar sus gustos, o más importante, sus sueños.

Las sonrisas que tenían habían desaparecido de sus caras. Me miraban como si estuvieran esperando algo...

- Y si ahora se preguntan por qué no fue él el que vino a decirles esto es porque él no tenía idea que yo lo iba a hacer, porque sé que si hubiera sabido no me hubiera dejado. - Miré a Zayn de reojo, me miraba con sorpresa en sus ojos. - Solo quiero darles un consejo.  

Asintieron con la cabeza, los seis. Eso me sorprendió bastante. Mi tono de voz ya era casi el normal. 

- No dejen que lo que piensen los demás les impida ser quienes son.  Yo sé que ustedes no quieren hacer esto. Sé porque a ninguna persona le gustaría alejarse de uno de sus amigos por una razón como esta, pero estando en la secundaria es muy importante la imagen que das. Pero no dejen que eso sea más fuertes que ustedes. 

Se quedaron mirándome, callados, asintiendo. Ya no tenía nada más que decir. Les había dicho todo lo que pensaba, creí que no me iban a dejar hablar o que iban a tratar de hacerme quedar mal, pero no. Todo había salido a la perfección.

Los miré y dije.

- Gracias por su tiempo.

Después me dí media vuelta y caminé hacia Zayn, que me miraba sorprendido.

Cuando llegué le susurré:

- Perdón, pero necesitaba hacerlo.

Tenía miedo de que le molestara lo que había hecho, porque hablando yo tal vez lo había hecho quedar debil a él. No sé por qué, pero siempre tengo el miedo de hacer algo mal. 

La sorpresa de su cara se transformó en una sonrisa y en ese momento me llené de alivio.

- Sos increíble. - Me dijo sonriendo antes de pasar un brazo por encima mío y darme un beso en la mejilla.  

Wanna know you better. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora