Capítulo Trece - No es justo.

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Me quedé perdida en esa sonrisa que ahora estaba tapada por la espalda de Emma, no podía creerlo, me había sonreído y guiñado un ojo a mí. A mí. Era simplemente imposible.

- Vos viste lo que yo ví? - DIjo Ally haciéndome volver a la realidad mientras sacudía mis hombros.

- Qué? - Le dije con una sonrisa que no pude ocultar.

- Sí! Lo viste, lo viste! Te sonrió!

- No era yo, por qué me sonreiría a mí? - Traté de discimular lo mejor que pude pero no se me borraba la sonrisa de la cara.

- Claro que era para vos! Le gustas!

- No Ally, nunca le gustaría alguien como yo. - Eso si era verdad.

- Claro que sí, sos preciosa, basta!

- Me estás haciendo ilusionar con algo que nunca va a pasar.

- Claro que no, te estoy ayudando a que hagas realidad tu sueño amiga.

Tenía razón. Me reí y la abracé, ella es la única persona en la que verdaderamente puedo confiar y la única que me hace sentir mejor cuando algo malo me pasa.

Entramos a clase y el día siguió de lo más normal, no me crucé a Zayn en todo el día por mucho que lo deseaba. Llegué a mi casa y estaba mi mamá cocinando el almuerzo.

- Hola ma, qué vamos a comer? - Le pregunté impaciente. Moría de hambre.

- Voy a hacer pizzas, van a venir unos amigos de tu hermano a comer y necesito que cuides todo porque me tengo que ir.

- Pero yo soy más chica, él tiene que ser el responsable! - Protesté.

- Pero sos mucho más responsable y madura que él, además sabés cocinar.

- Mamá! No es justo!

- No es justo pero lo vas a tener que hacer.

Subí corriendo a mi habitación y me acosté en la cama para calmarme. Odiaba que me hicieran hacerme cargo de las cosas que no tenía nada que ver.

Wanna know you better. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora