LA TRISTESSE DU DIABLE
"DERNIÈRE FOIS"
Manuel:
—Ey —la veo acercarse con una sonrisa algo tímida, ya me he acostumbrado a eso.
Que mal.Trae el mismo vestido que llevaba en la primera clase, no sé porque, pero ahora no parece esa misma chica.
Ni siquiera me había dado cuenta de todo el tiempo que había pasado de eso.—Hola.
—Hola.
—Que bien que aceptaste mis copas de despedida.
—¿Cómo no hacerle una buena despedida a mí alumna favorita?
—Ya sabía que era tu favorita —se ríe y toma asiento a mi lado —¿Comemos también?
—¿Quieres ir a la terraza?
—Si, vamos.
—Pensé que podíamos comer pasta, Gerald dice que es buena.
—¿Quién es Gerald?
—Ah, es un amigo y mí representante.
—¿Y a él también lo conoces hace mucho?
—Si, es francés también.
—¿Y qué hacías viviendo allí? Eso me intriga.
—Mi madre tenía una historia por allí, y bueno, decidió volver porque creo que quería que tuviese la propia.
—Me encanta.
—Si, a ella le gustaba todo eso de los viajes y ser un espíritu libre.
—Me encantaría ir algún día.
—Pues deberías.
—Estaba pensando que quizá ese es mi propósito ahora, digo, trabajar para poder viajar más.
—Me encanta, me parece un buen propósito.Sonríe y me concentro en eso hasta que el chico de la carta nos interrumpe.
—Emh, vamos a pedir pasta ¿No?
—Si, claro.
—¿Puedo recomendarles la pasta del día?
—Claro.
—Perfecto ¿Algo de beber?
—¿Quieres vino?
—Blanco.
—Vino blanco entonces.
—Perfecto, en seguida les sirvo.
—Gracias.Esperamos hasta que desaparezca y volvemos miradas a la mesa al mismo tiempo.
—¿Y qué cosa de ti no conozco, Beatriz?
—Pff, yo soy trasparente.
—Me gusta eso.
—Vos no.
—No.
—No sos como todos dicen —suelta.
—Bueno, a la gente le gusta hablar.
—Si, en eso coincido contigo.—Permiso, su vino —descorcha la botella antes de que alguno pueda decir algo.
—Pedimos vino blanco.
—Oh, lo siento.
—No te preocupes, para la próxima botella —suelta ella.
—¿Entonces lo dejo?
—Si, no te preocupes.
—Okey, disculpen otra vez.Sirve las copas en silencio, y esperamos, hasta que se marcha otra vez.
—Brindemos entonces.
—¿Por?
—Por mí alumna favorita.
—Bueno, salud —sonríe— por el mejor compañero de baile que me podría haber tocado.
—Uff, me sube el ego —se ríe otra vez y choca su copa con la mía.—Es una linda noche ¿No?
—Buena para cenas de despedida.
—Creo que sí.La secuencia se escapa de mi atención, pero en un segundo, termino con mi camisa empapada en vino tinto.
—Meu Deus, que tonta —creo que intenta parecer seria porque intenta contener la risa, que al final se le escapa.
—No pasa nada.
—No sé cómo fue eso posible —continúa su ataque de risa.
—Cosas que pasan, puedo cambiármela.
—Okey.
—Ven —le pido su mano y cuando la toma, recojo la botella de vino para ponerme de pie y que me siga.Escucho su risa y contengo la mía, sin voltear hasta que estamos en mi habitación otra vez.
—Ponte cómoda alumna favorita.
Le entrego la copa, la botella y me retiro hasta el vestidor mientras ella se sienta en la cama.
—Y eso que recién tomo solo una copa de vino.
—¿No bebes?
—Si, solo que soy torpe por naturaleza.
—No en el baile.
—Gracias, es un honor que alguien con tu trayectoria me diga eso.
—Ahh, me agrando si me dices eso —la escucho reírse.
—¿Vos tomas?
—Soy un buen amigo de la bebida, he de admitir.
—Ah, es tu compañera.
—Eso mismo.Vuelvo a la parte principal de la habitación y ella me devuelve mi copa nuevamente llena de vino.
—Tu habitación es gigante.
—Bueno.
—Me gusta.
—Si, estoy aquí casi todo el día, tiene que ser confortante.
—Me parece que lo es.
—Lo es.Deja su bebida sobre mi mesa de noche y se acerca a abotonar el resto de mi camisa.
—¿Te molesta esto?
—N-no...
—Qué bueno...—tira de mi camisa y terminamos tan cerca que no sé quién es el que da el siguiente paso, pero nos besamos, otra vez.Se siente mucho mejor que la primera vez, tal como debe ser, una digna última vez.
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La tristesse du Diable [✓]
FanfictionUn profesor de tango atormentado por una relación pasada, decide darle una nueva oportunidad al sentir cuando conoce a una joven bailarina brasileña en una de sus clases. [borrador]