Capítulo 17

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LA TRISTESSE DU DIABLE

"CROIRE"

Manuel:
Abro los ojos y me encuentro con Beatriz, recostada a mi lado, y una  vista plena de su rostro con perfecto perfil. No me nota de inmediato y sigue en sus cosas hasta que parece sentir mi mirada, y voltea a verme.

—Buen día, lucifer.
—Ay no, no me digas así —sonríe.
—Profesor —se incorpora— buen día.
—Buen día —me incorporo también y busco con la mirada mi camisa— ¿Estás despierta hace mucho?
—No, no demasiado.

Se pone de pie y recoge algo del suelo, mi camisa.

—Permiso —se la coloca y camina hasta el otro lado de la habitación.

—¿Qué hora es?
—Las diez.
—¿Quieres desayunar aquí?
—Me gusta mucho más ese plan que cualquier otro.

Escucho el agua de la ducha y ya no pregunto nada más, marco el número de recepción y pido servicio al cuarto antes de buscar mi cambio de ropa también.

Pensaba que al despertar la culpa iba a obligarme a arrepentirme de todo esto, que iba a torturarme con pesadillas como la de la última vez, pero, para mi sorpresa, nada de eso es lo que siento ahora. De hecho, se siente bien, y por un segundo, me dejo pensar que es porque tal vez no hay nada por lo cual sentirme mal.

Es agradable.

Sé que esto no es tan importante como algo serio, pero tampoco es tan banal como algo de una noche, y creo que por primera vez me voy a permitir quedarme para averiguar que es entonces.

Las clases ya están arregladas, él tema con Gera también, darme un tiempo para aclarar todo esto suena a lo indicado, y lo necesario, también. Podría salir bien.
Espero.

Abro una de las valijas y saco algunas cosas antes de que Beatriz se asome a la puerta.

—¿Qué hacés?
—¿Tú?
—Te invito.
—¿Me invitas?
—Si ¿Venís?
—Hasta donde quieras, précieux

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La tristesse du Diable [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora