Capítulo 13

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LA TRISTESSE DU DIABLE

"POUR TOUTE LE VIE II"

—Eso suena muy lindo.
—Si, lo era.
—¿Y ya estaban casados cuando se presentaron a competir?

Quizá debería responder menos preguntas, pero esa es otra de sus malas señales, es decir, por alguna razón confía en ella como ella confío en él para hablarle de su novio desagradable.
Debería frenar ahora, porque para eso se supone que se marcha, para tapar todo eso que ella parece empeñada en descubrir.

Todo eso que es en realidad y que le da tanto miedo.

—Nos casamos cuando fue legal hacerlo, pero tal vez si hubiésemos podido, lo hubiésemos hecho antes.
—¿Estaban juntos hace mucho?
—Más o menos, es que allá no es costumbre hacer propuestas entonces es como una fecha difusa.
—¿Cómo es eso?
—No estoy seguro de cómo explicarlo para que no suene incomprensible, quiero decir, sales con esa persona y simplemente puedes saber que estás en algo con ella.
—Ah, sí entiendo, es como exclusividad. Creo que a mí me gustan las propuestas, o soy demasiado insegura para algo así —medio sonríe y ve a la señorita con sus cafés acercarse— ¿Entonces cuando fue que ustedes simplemente lo supieron?
—Cuando nos besamos —se encoge de hombros, no habla con nadie nunca de eso entonces le parece raro responder ese tipo de preguntas—. Fue como cuando teníamos 11.
—Eso es mucho.
—Si.

Mucho pero no lo suficiente.
Quisiera que hubiesen estado juntos más tiempo.

—Nunca tuve una relación más que la de ahora —endulza su bebida para no hacer tan pesada la charla— Quiero decir, mi novio de ahora fue el primero, pero, admito que nunca pensé en casarme con él.
—¿Y qué pensabas sobre su futuro?
—Nada, hace mucho que mi mente dejo de ver un futuro para nosotros y recién me doy cuenta.
—Lo siento.
—No, está bien, ahora tengo tiempo de ocuparme de mí.
—Bien eh, eso está bien —hace una seña para que la mesera vuelva y le dice algo que no puede oír su acompañante antes de que ella se lleve su café.
—¿Qué tiene?
—¿El café? Nada, pedí que lo preparen un poco más cargado.
—Para compensar tu noche de insomnio.
—Posiblemente —sonríe— Entonces ¿Eres escritora?
—Estudié literatura hace un tiempo, pero no acabé.
—Interesante, al final haces muchas cosas.
—Bueno, hago lo que puedo.

—Permiso —la muchacha regresa— su café.
—Gracias querida.

—¿Vos estudiaste algo?
—Pues todo esto del baile —lo dice como si fuese obvio, aunque, ella no había pensado en todos los años que el debe llevar estudiando danza—. Realmente como todo fue tan rápido, nunca me senté a pensar en la universidad.
—¿Y te gustaría estudiar si tuvieras que elegir otro camino?
—Algo que siguiera esa rama creo, digo, de enseñar.
—¿Y no es por eso que te vas?
—No sé porque me voy, de verdad, quizá me voy para saber por qué.
—Me gusta un poco como suena eso, aunque me da pena perder a mi compañero de baile.
—Siento abandonarte antes de la presentación —sonríe con timidez— tenemos que tener una buena despedida, digo, he aprendido mucho de ti también.
—Entonces aprendimos mutuamente.
—Ciertamente.
—Eso debe un brindis cuando quieras.
—Cuando quieras tu.
—Perfecto, lo tengo anotado. Y ¿Puedo ver tu anillo?

Casi mete las preguntas entre líneas para no hacer más tenso todo, no sabe si es que en realidad funciona.

—Eh...si, puedes —le enseña su mano y la toma para acercarse más a la joya.
—¿Está grabado?
—Si, con nuestras iniciales.
—¿C?
—De Clara.
—Lindo —sonríe— lo siento mucho.
—Gracias.
—Tiene que ser muy difícil.
—Bueno, muy pocas veces me permito detenerme a pensar en esa parte de la historia, supongo que por eso estoy todo el tiempo haciendo alguna cosa.
—Yo creo que no podemos escapar siempre de los fantasmas de nuestro pasado.
—Tienes razón en eso.
—Me parece lindo que aún lleves tu anillo.
—Es para toda la vida.

Pour toute le vie.

—¿Nunca te lo quitas?
—Bueno, para las entrevistas o esas cosas.
—Es algo como simbólico ¿No?
—Y-yo...creo...no sé, es como algo nuestro, aunque todo lo nuestro es nuestro, sé eso, pero, digo, es lo que puedo ver todavía.

Ha sido muy difícil explicar eso y demasiado personal así que simplemente aparta la mirada un segundo y le da un buen sorbo al café antes de cambiar de tema.

—Entonces ¿Para cuándo esas copas, Beatriz?

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La tristesse du Diable [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora