LTDD
"JE T'AIME"
Beatriz:
Subo las escaleras con lentitud mientras espero que Manuel le paga al Uber fuera.
Has ido muy dulce, por venir, y por traerme a casa.Estúpido romántico.
—¿Dónde estabas? —Julián sale del departamento tomándome por sorpresa.
¿Qué mierda...
¿Por qué todavía tiene llave?
—¿Qué haces acá?
—Yo te pregunté primero.
—No te interesa, no tengo que darte una explicación.
—¿No? —nunca le gustó que no respondiera sus preguntas, más allá de si se trataba de celos o no, odiaba que yo no fuera sincera.Él nunca lo fue.
Muy tarde me di cuenta que no tenía que perdonarlo siempre, y mejor, no quería hacerlo.—No, y ahora decime que haces acá.
—Vine a buscar los documentos que me habían quedado.
—Deberías avisarme, ya no es tu casa.No lo era desde antes que se mudara.
Hace demasiado tiempo que dejamos de convivir.
—¿Cómo te atreves a hablarme así?
—Cálmate.
—No me calmo nada, vos empezaste a tratarme mal.
—Te dije que no podés venir sin avisarme, ya no vivís acá.
—Pensé que ibas a estar acá pero no sé dónde estás metida.
—¿Qué te importa?
—Si, me importa.Casi me río de eso, sí, claro.
Me desafía con la mirada, creo que quiere hacer de esto una muy larga discusión, sin embargo, los pasos de Manuel lo distraen.—Ah, ya veo donde estabas.
—No te pases.
—¿Yo me paso? ¿Y vos qué? ¿Qué?
—Ándate ahora ¿Tenes tus documentos? Listo entonces.
—¿Y si no quiero qué?
—Ey —él se escucha calmado, pero firme. Agradezco que lo intente.
—No te metas, no es tu tema.
—No es mi tema, pero no voy a dejar que la amenaces delante mío.La ternura me acalora las mejillas, quiero abrazarlo con fuerza y quedarme así por siempre.
Veo que eso molesta todavía más a Julián, pero no me importa su molestia, solo quiero que se marche, y no vuelva.—Dejé mi teléfono adentro.
Da media vuelta y reingresa al departamento dejándonos solos en el pasillo.
—Perdona, él no debería estar acá.
—No te preocupes...
—Gracias por acompañarme, si quieres, espérame un segundo.
—¿Sí?
—Si, ahora vuelvo.
Corro dentro de mi casa y lo encuentro sentado en la computadora con el pendrive en el CPU.
¿Cerré mis archivos?
¿Hace cuánto está revisando?La paranoia me deja sin habla un rato largo.
No ha encontrado nada, si lo hubiera hecho, ya se le habría soltado la lengua cuándo Manuel lo enfrentó fuera.—¿Qué haces?
—Te dije, necesitaba documentos.
—La próxima, escribíme un mail, no tenés porque invadir así mi casa. Ya no tenés derecho.
—¿Cuánto tardaste en traerlo a él en mi lugar?
—No te importa.
—Me parecía que él no era tu tipo.
—¿Vos que sabes de mi tipo? Además ¿Ahora que te molesta?
—Me molesta porque vos antes no eras así.
—La gente cambia.
—Vos no me cambiarias por él.
—Tarde, ya lo hice.
—Bueno, no voy a seguir discutiendo con vos.
—Mejor.Desconecta el pendrive sin cuidado y pasa junto a mí con prisa.
En la pantalla solo está abierta su carpeta, bien, eso me deja más en paz.Salgo tras él y me encuentro a Manuel reafirmado en la pared de en frente jugueteando con un cigarrillo entre sus dedos.
—Podés fumar acá —le hago un movimiento de cabeza, y me sigue dentro del departamento— Perdona la escena, no cambié la cerradura porque nunca me imaginé que él fuese a volver.
—Tranquila —enciende el cigarro y se lo mete entre los labios.
—Y gracias por ir a buscarme.
—No hay nada que agradecer, la verdad, quería saber si estabas bien.
—Estoy bien, ahora.Me acerco y le quito el cigarro de la boca para besarlo con cuidado, se sonríe cuando lo hago.
—Te quiero Beatriz.
Se me detiene el corazón cuándo lo suelta.
No me lo esperaba.—¿Q-qué?
—Que te quiero.¿Qué?
«No llores, tonta»
—También te quiero.
Suelto el cigarro y lo apago con el pie sobre los cerámicos, si se mete entre estos después se va a ver raro.
No sé porque pienso en eso.—Dímelo otra vez.
—Te quiero, Beatriz —susurra con sus labios rozando los míos.
—También te quiero Manuel.Dejo de pensar en los episodios anteriores, que son verdaderamente importantes, pero con él no quiero pensar en nada más.
Quiero disfrutarlo mientras pueda.
Mientras tanto.
Mientras decido.
—Dímelo, otra vez —pido ignorando la voz interior que me llama ridícula.
—Te quiero.Cada vez suena diferente, como si fuera, cada vez, más sincero.
Lo detesto.Pega mi espalda a la pared y se aleja para mirarme directo a los ojos.
—Te quiero —repite y me pierdo en sus pupilas.
Joder.
Yo también lo quiero en serio.—Dímelo tú —pide— Por favor Beatriz —se acerca a mi oído— dime que me quieres.
—Te quiero.
—¿Qué? —susurra cerca de mi cuello.
—Ds Manuel, te quiero.Se ríe, con esa risa oscura que tanto me prende haciendo que la sienta por todos lados.
—Y yo, précieux.
Le muerdo la boca y él aprieta el agarre de mi cintura.
Joder.De verdad que lo quiero también.
Estoy jodida.
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La tristesse du Diable [✓]
FanfictionUn profesor de tango atormentado por una relación pasada, decide darle una nueva oportunidad al sentir cuando conoce a una joven bailarina brasileña en una de sus clases. [borrador]