CAPITULO 1 : la mudanza

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Estaba haciendo los estiramientos tranquila escuchando música, había sido un día duro y necesitaba desestresarme en mi lugar de confort el gimnasio.

Hoy como no estaba con el mejor humor que digamos, quise hacer un poco de todo intentar superarme, empezé por press de banca le pedí ayuda a una chica que tenía cerca por si no podía, comencé a hacerlo con poco y progresivamente aumente el peso de una manera que me exigiera pero tampoco me lesionara, con la ayuda de la chica terminé de colocar la barra me levanté y fui quitando los discos y colocándolos en su lugar tome mi botella de agua y bebí un poco, cogí unas mancuernas me senté en la banca y hice un a pequeña rutina de brazos, sentía el ardor de mis músculos cada vez que hacía la última repetición, agujetas aseguradas, pase de hacer brazos a espalda con un descanso de por medio la canción de "i shot cupid de Stela Cole" sono en mis auriculares, cuando termine ya había pasado unas dos horas y media y me tenía que ir ya a buscar a mi hermana a casa de una de sus amigas, me despedí de la gente y entre en el vestuario guarde mis cosas en la gran mochila y empezé a sacar mi toalla y mi neceser con los jabones, me quite la ropa y me envolví en la toalla .

En la ducha espere a que se pusiera el agua caliente y me  coloqué debajo del agua calmando mi mente me enjabone, agarre la toalla y me seque, más relajada solté la toalla y fui vistiendome con un chándal y sudadera básicas, cuando me hiba a ir una señora me paro diciendo que era muy bonita y yo avergonzada le contesté un muchas gracias y me fui con la mochila y las manos cargadas tome rumbo a mi casa menos mal que estaba cerca por que sentía mis piernas como flanes.

Estaba ya en la puerta de mi casa, llame al timbre y espere a que alguien me abriera, mi padre fue el que me abrió y me ayudó con la mochila.
—Acuérdate que tienes que ir a buscar a tu hermana—me dijo y deje mis cosas en las escaleras, asentí tome una manzana del frutero de la cocina y tome rumbo a la casa de su amiga.

Estaba un poco lejos de nuestra casa pero logré lograr a tiempo mi hermana estaba esperando en la puerta con su mochila, saludé a los padres y nos fuimos hablando de cosas varias, mi hermana tenía hambre paramos en una panadería y compré unas galletas de chocolate, bueno el orden de los factores no altera al producto.

Una vez en casa mi madre estaba poniendo cosas en cajas y yo no le di importancia, subí a mi cuarto mi armario está casi vacío y las fotos de mis estanterías no estaban.

Me puse una camiseta dos tallas más grandes que yo y me tome mi cascos y me tumbé en la cama, mi madre entro asustandome llamándome para cenar.
—Quiero recordar que el domingo dejaremos está ciudad y iremos a Phoenix, nos levantaremos pronto y lo digo por ti Blair quitaté los cascos como te duermas, conocerás mi chancla—dijo y me saque un casco pero el libro que me estaba leyendo estaba interesante.

El domingo por la mañana donde por primera vez en mi vida no tenia ni gritos ni personas para despertarme, con decir que hasta el aire se me hacia hasta mas puro, pero no duro mucho por que por la puerta entraba nada mas ni nada menos que mi queridísima madre.

—¡Blair Camila Rinaldi más te vale que te levantes ahora mismo si no quieres que te saque yo, y creeme señorita que no será agradable!— dijo mi madre.

Y ahí es cuando mi momento de paz se va por el desagüe, y como no queremos que despertar la furia de Rosalie Rinaldi, me levanto como toda zombi hasta el baño .

Oí un grito que decía, " !Blair cuidado¡" pero cuando me gire ya tenia toda la cara cubierta de agua gracias a mi hermana, Kara de 12 años .

Mi dispiace sorella— dijo el demonio, digo ángel de mi hermana.

—Mas te vale que corras , por que si dios me da fuerzas te ganas un pase vip para conocerle— dije poniendo mi mejor sonrisa.

A lo que ella al ver mi cara salió corriendo diciendo que como no me diera prisa mama se enfadaría .

¿Enfadarse porque? ¿por que tanta insistencia en que me de prisa? no se ellas pero a mi me otorgaron el don de la lentitud y estoy muy a gustito con mi pijama de unicornios , si ya se 16 años para 17  años y usas pijamas de unicornios ,en mi defensa diré que es lo mejor y más calentito que existe.

—Pero aun sigues así, corre rápido que sino tu madre nos hará carne picada para la comida, esta que echa humo por que el camión no llega—dijo mi padre que cargaba unas cajas hacia abajo.

—Sabes papá soy muy joven para eso y agradecería que no hablaras de comida en mi presencia por que
tengo muchísima hambre— dije agarrándome de la barriga por los ruidos que hacia .

Mi padre soltó una carcajada poniendo sus cajas en el suelo pero no duro mucho por que escuchamos como mi madre decía "¡se puede saber donde están las cajas que faltan!"

—Venga Blair vístete y baja que nos están esperando los de la mudanza—dijo mi padre

—Como que mudanza que me he perdido —dije incrédula

—Te lo dijimos el jueves a la hora de la cena, pero claro la señorita estaba muy pendiente del móvil como para hacerles caso a sus padres—dijo mientras volvía a coger las cajas

—Vístete rápido y baja ya que te estaremos esperando abajo—dijo mientras bajaba las escaleras

Yo estaba aun en estado de shock ,como que nos mudábamos, bueno tampoco se me hacia tan difícil nunca nos quedamos mucho tiempo en el mismo lugar por el trabajo de mama , aparte de que le encanta viajar .

 Entre a mi cuarto y ya no había ni un mueble, cuando entre al baño había ropa me la coloque, mi ropa consistía en un pantalón de chándal beige, top blanco y una chaqueta ancha beige también con unas zapatillas blancas.

(Iba bajando las escaleras cuando de pronto)

—!Al fin ¡— grita mi hermana 

—Si si ya se que no puedes vivir sin mí, pero no hace falta que grites que no estoy sorda—dije mirándola con mi mejor pose de diva.

—Venga vamos subir al coche que ya tendríamos que haber salido— dijo mi madre mirándome acusadoramente.


—Que impaciente—susurre pero mi madre me miro que si las miradas mataran estaría al lado de diosito ahora mismo.

(1 hora después en el coche)

—Mama pero cuanto queda si se puede saber—dije ya aburrida de contar las señales de la autopista.

—Después la impaciente soy yo eh—dijo mi madre riéndose

Pero justo antes de que pudiera hablar vi una señal que decía:

 { bienvenidos a Phoenix }

LOS LECROUXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora