CAPÍTULO 55

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-Estas jodidamente caliente darling -dijo y soltó un silbido.

Tenía que admitirlo me veía espectacular en este hermoso vestido blanco, resaltaba mi figura y el poco moreno de mi piel.

-Impazziranno tesoro (se volverán locos cariño)-mi madre me levanto ambos pulgares en señal de aprobación-¿Y quien crees que ha elegido el vestido Mateo, tu suocera(suegra), o tu hermosa madre?

Me quedé pensando mirandome al espejo-¿La mia bella suocera?

-Exacto preciosa se lo que le gusta ver en ti a mis chicos y ese se ve fantástico en ti-dijo Celine agarrando mis mejillas unos lindos zapatos y lista.

Pagamos y fuimos a él hotel donde Mateo si ofreció a peinarme y maquillarme, subí a una habitación que me indico Celine por qué no quería que ellos el vieran, me di una ducha y me coloqué un ¿sujetador? esto se puede considerar algo solo son parches, leí el papel de cómo se ponía y una vez lista me coloqué el vestido y salí descalza por la habitación.

-Come on darling-me tomó de los hombros y me sentí en una silla delante de un espejo, me sentía relajada cada vez que peinaba mi cabello, notaba como algunos rulos rubios hacía cosquillas en mi nariz-Tienes un pelo hermoso-comenzó separar el cabello y trenzarlo y dejo dos mechones en frente de mi rostro, una vez acabo empezó a maquillarme, sentía la brocha en mis mejillas-¡SACAS LAS MANOS DE NUESTRA NOVIA!- el grito y el portazo de la puerta hizo que me metiera la brocha dentro del ojo y el polvo de maquillaje entrara dentro y rápidamente lleve mis manos a mi ojo levantándome de la silla.

-¡Pero sois imbéciles!-el grito de furia que les eche hizo que se mirasen entre ellos.

-Tranquila darling ves a lavarte yo me encargo-yo iba quejándome hasta el baño dejando la puerta abierta, joder esto escuece como la mierda.

-Hola me presentare me llamo Mateo Abara, soy el amigo de vuestra novia nos conocimos hoy en el spa y le estaba ayudando a bueno...la sorpresa y por vuestra imprudencia va a tardar más-¡mierda por que tuvo que nombrar lo del spa me acaba de condenar!, ellos se quedaron en silencio asimilando la información-Ahora es cuando os presentáis cuties.

-Axel Lecroux

-Aarón Sánchez

Enserio, ¿a que no son adorables?
Inserte el sarcasmo, escuche unos pasos en mi dirección yo estaba con el ojo rojo y el maquillaje estropeado, como lo odio.

-Estas bien mon étoile-Axel sonaba preocupado-No queríamos lastimarte, solo es que cuando mi madre nos contó que estabas en una habitación que no es la nuestra y con... él, no pudimos controlarnos-les mire y ellos se encontraban con los ojos cerrados y las manos sobre estos.

-Lo siento mucho rubita-Aaron estaba igual yo acaricié sus mejillas y hablé.

-No pasa nada es comprensible pero antes de entrar como simios en la selva, ¿le pusisteis preguntar a vuestra madre no creéis?-ellos asintieron, no me di cuenta de cómo iban vestidos, o bueno medio vestidos, ambos tenían la camisa abierta y la corbata sin hacer o bueno en el caso de Axel, dado que Aarón no tenía-Ahora salir para que Matt me puedo terminar de arreglar-ellos salieron tropezándose hasta la puerta del baño y salieron.

-Sabes los creía más amables-dijo y sonreí negando.

Me quito el maquillaje y volví a hacerlo, unos golpes en la puerta hizo que detuvieramos nuestra conversación-Hija los chicos te esperan-era mi madre me levanté y me tendió mi bolso y caminamos hacía la puerta y me guiaron hasta la recepción donde se encontraban ellos conjuntados con negro y blanco, algo me dice que han tenido que ver nuestras madres.

LOS LECROUXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora