-¿Bolera?
-Si vamos a ir a jugar a los bolos-me encontraba en el coche de los simios para llevarme a una bolera y celebrar mi cumpleaños-Me estas haciendo caso, no me gusta que me ignoren pequeña-me reprendió Egan y yo rodé lo ojos por el mote-No lo vuelvas a hacer-y la mano de Aarón se posó en mi muslo apretándolo y me puse un poco nerviosa.
Las chicas habían salido en el coche de Hugo y las que tenían sus motos en ellas, una vez que habíamos llegado aparcaron en el aparcamiento del lugar, había un McDonald's, un Burger King y entre medio de un restaurante y un lugar de apuestas estaba la entrada de la bolera era pronto por la mañana por qué pensaban quedarse hasta la tarde, adentro del lugar había, una zona de recreativos, y la bolera.
Con las chicas fuimos a dar vueltas a ver por dónde empezábamos a ganar puntos, ya que éramos seis nos dividimos en equipos de dos a ver quiénes ganaban más puntos. Yo iba con Lidia, Bea y Lorea, Lucía y María, Ángela no había podido venir por qué se encontraba mal.
Por otro lado estaban los chicos que se fueron a jugar al billar, en las dos mesas que habían, ellos eran siete y se repartieron en el lugar.
Con Lidia empezamos por un juego de de lanzar pelotas a unos payasos creo que nunca había lanzado tan fuerte en mi vida, ganamos bastantes puntos luego a otro de pescar peces así seguimos rotando en varios juegos hasta que mi tripa empezó a rugir y fuimos a buscar a las demás, una llamada entrante de Liam avisandonos que estaban en la entrada para ir a el McDonald's a comer.
-¿Como te lo estás pasando?-me pregunto Oliver que se encontraba al lado de Liam.
-Acabamos de llegar, obviamente me lo estoy pasando bien.
Cada uno pedimos nuestras hamburguesas, comimos entre risas y anécdotas graciosas de los chicos o de como cuándo estaban jugando y Axel le dió con el palo a Hugo en la tripa, en cambio nosotras hablamos de los tickets que habíamos obtenido la cosa están reñida ente todas se podría decir que estábamos algo igualadas. Íbamos a pagar la cuenta yo le di el dinero a Bea y fui al baño justo había terminado y me lave las manos y una persona entro al baño no le di importancia y el perfume de Aarón golpeó mis fosas nasales.
-Es el baño de mujeres rubia-dije y sus manos se posaron en mis caderas y su cabeza en mi cuello mi corazón latía desbocadamente-Q..que creés que estás haciendo pervertida-sus besos húmedos que seguramente me dejarían marca me estaban haciendo estremecer, una de sus manos fue subiendo por mí abdomen hasta mi sujetador y colocó su mano por encima de mi pecho derecho-Aarón-su nombre se escapó de mis labios en un gemido suave.
-Me encanta escuchar mi nombre así-ni detuvo sus besos en mi cuello me dió la vuelta quedado cara a cara su mano se colocó en un agarré fijo en mi nuca, mi mirada deseosa se posó en sus labios y el ataco mi boca con posesividad, me costaba seguir su ritmo, pero terminó el dominando el beso, amabas de sus manos agarraron mis piernas sentándome en el lavabo y me atrajo hasta su cuerpo.
Su cara fue bajando hasta mi camisa-¿Puedo?-yo asentí nerviosa y volvió a besarme y con una de sus manos subió mi camisa dejando a la vista el sujetador color carne, con su mano saxo uno de mis pechos de su sitio y su cara quedó a la altura de mi pezón, su aliento caliente chocando contra mi fría miel hacia que varios suspiros salieron de mi garganta su lengua se movió ágilmente provocando así que mis pechos se pusieran receptivos por su tacto su otra mano jugó con mi otro pezón y un gemido algo fuerte que calle tapándome la boca con la mano hizo que reaccionara.
-Aaron no podemos seguir-con la voz entrecortada separé su rostro de mi pecho, él beso mi frente y me colocó la ropa.
-Esta noche tu eres mía-me susurró antes de tomar mi mano y salir de allí sacó una cosa de la maneta de la puerta que me alcance a ver.
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LOS LECROUX
Ficção Adolescente{Duología Eternel} Primera parte: Una noticia que te toma por sorpresa, una mudanza, nuevas amistades, rencuentros y nuevas experiencias. Cuando mi madre me conto que nos íbamos a mudar otra vez a otro lugar diferente a los que estaba acostumbrada...