¿Quien eres y qué quieres?—le respondí dudosa.
Soy tu mejor opción y tú única ayuda—esas palabras me descolocaron.
Mira no sé cómo has obtenido mi número, pero te pido que dejes esto porque de verdad no tiene gracia—le contesté molesta.
¿Confías en ellos?—me quedé parada en mi lugar—Sabes a quienes me refiero no te hagas la tinta conmigo.
Claro que confío en ellos—un sentimiento amargo se instaló en mi corazón.
Tardó en responder y eso no me preocupo.
Interesante—casi se me sale el corazón por la boca y le parece interesante
¿Me dirás quien eres?
Ya me has visto en varias ocasiones—me pare a pensar pero no caía en ello—Necesito hablar contigo sobre ella—sobre quien me estaba a empezar a estresar tanto misterio.
Como entenderás nada me asegura que seas un asesino en serie
No te haría daño Blair, solo busco ayudarte—tardo dos minutos en volver a escribir.
Me llamo Darla—ese fue su último mensaje antes de desconectarse del chat.
Sacudí mi cuerpo por los nervios que me recorrían y mire a mi alrededor pero no había nada ni nadie en mi en torno.
Acelere mi caminata hasta mi casa encontrandome por el camino a María la que se veía furiosa. Cruce la acera hasta llegar a su par.
—Hola, a donde con esa cara—toque su hombro y ella me miró un poco más relajada.
—A cometer un homicidio—al final conseguí llevarla a una de las cafeterías donde se tomó un café y me contó lo que pasaba.
—Esa maldita como se atreve a venir a mi casa, no le bastaba con follarse a Damien en la fiesta yo ya estoy cansada no me dejara en paz nunca—paso su mano por su cabeza—Blair ella a hablado contigo cierto—asentí ante sus palabras —¿Te han contado lo que sucedió?—volví a asentir acomodándome en el asiento—Blair esa chica no está bien, no se como pidieron sacarla de allí, pero sí ha vuelto no es por nada bueno.
No sabía bien si hablar con ella sobre Darla, todavía no estaba segura si era una buena idea de seguir sus palabras y no quería arriesgar nada. Le acompañe hasta su casa y baje las calles hasta llegar a la tienda donde se encontraría mi madre para ir juntas a casa pero me sentía con la misma sensación de ser observada mi vista se dirigió al piso de enfrente pero no había nada. Mi móvil volvió a vibrar una llamada de un número desconocido.
—Dos quedan tres—era la voz de una mujer y algo me decía que era Darla y colgó la llamada.
Mi madre salió de la tienda y fuimos a casa, ayude a mi hermana con sus tareas de navidad, y hablamos de diversos temas y sobretodo de cómo me trataban mis ahora novios se emocionó con la idea de tener cuatro cuñados yo reí.
—Eres una avariciosa Blair cuatro para ti sola—yo negué ante sus palabras tumbándome en su cama.
—Concentrate en tu tarea demonio—ella sacó la lengua y volvió con lo suyo.
(...)
Era el momento de irnos a nuestro viaje mi madre y yo teníamos nuestras maletas lista para irnos, mi padre nos llevaría al aeropuerto donde estaríamos mis simios todos juntos para abordar el avión.
Pasaron dos horas hasta llegar al aeropuerto, le mandé un mensaje a Egan diciéndole que ya habíamos llegado, ellos se encontraban esperando sentados en la sala de embarque, una vez ya estaba todo buscamos a Céline y a los simios, los divisé sentados estaban dios como unos jodidos dioses de revista, no fui la única que lo aprecio dado que más de una chica se encontraba devorándoles con la mirada, pantalones tejanos negros junto a una sudadera o blazzer estaban demasiado comibles—¡Hola!—salude una vez me encontraba detrás de ellos asustándoles, ellos se voltearon a verme con una sonrisa Celine saludo y se puso a conversar con ella.

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LOS LECROUX
Teen Fiction{Duología Eternel} Primera parte: Una noticia que te toma por sorpresa, una mudanza, nuevas amistades, rencuentros y nuevas experiencias. Cuando mi madre me conto que nos íbamos a mudar otra vez a otro lugar diferente a los que estaba acostumbrada...