Amor clasificado - Juan Pablo Villamil

.8.

Narrado por Juan Pablo Villamil

Abrí la puerta de mi departamento, Isaza se encontraba ahí. Me hice a un lado para que el pudiera ingresar.

- Perdón por el desastre... – murmure caminando tras el.

- Como que si no te conociera. – bromeo tirándose en el sillón

Reí levemente y me acomodé frente a él. Sabía que se venían las preguntas sobre la noche.

- ¿Qué sucedió anoche? – pregunto curioso – te vi con Gabriela, luego con Luna, luego un beso...

Intenté hablar, pero decidí callar. Mi amigo me observo con gran curiosidad. Suspiré y puse mis brazos sobre mis piernas.

- Me beso porque vio a su ex. – confesé, no sabía porque eso me dolía.

- ¿Qué? – su voz se tornó sorpresiva.

- Se disculpó por eso. – murmure.

- Dime algo... – lo observe de reojo - ¿Por qué Luna no forma parte de la lista?

- Porque eso es un anuncio de clasificado en donde ella no cuadra. – me defendí.

- ¡Deja de ser tan testarudo! – bufo molesto – Te la pasas más tiempo con ella que conociendo a alguien que cumpla con lo que necesitas.

- Somos amigos. – moví mis hombros como si nada

- ¿sentiste algo cuando te beso?

Me quede en silencio frente a aquella pregunta. ¿Qué si había sentido algo? Había sentido tanto que tarde en darme cuenta que la delgada línea de sus labios se había convertido en algo imposible de olvidar.

- No.

- ¿no? – frunció el ceño con gran confusión – porque no parecía eso...

- ¡Isaza! – me levante del sillón molesto – Luna, sigue enamorada de su ex.

- ¡Como tu!

- No. – negué con tranquilidad – Volver a ver a Gabriela me hizo dar cuenta que no, que no siento por ella lo mismo que antes.

Abrió sus ojos con sorpresa frente a mi confesión. Había sentido tanta libertad cuando ese sentimiento agobiante de estar encadenado a ella no se sintió esta vez.

- Y no me pregunte qué fue lo que sucedió, solo...

- Sucedió que conoció a Luna. – aseguro

- No fue Luna – negué rápidamente – o si, tal vez...

Dudaba demasiado de todo lo que sentía por dentro. De su bolsillo saco un papel y desdoblándolo lo dejo sobre la mesa para observarme.

- Ese es tu anuncio de clasificado sobre el amor, villa... – se relamió sus labios – lee tus primeros puntos y quizás así puedas ver si luna es o no la indicada.

- ¡Que no, Isaza! – volví a hablar – Luna jamás se interesara en mi...

- ¿Por qué? ¿Qué hay de malo contigo?

- ¡No hay nada malo conmigo! – molesto argumente – es su gran pared, su gran rechazo a sentir.

El parpadeo varias veces y luego sonrió frente a eso.

- Eso quiere decir que lo pensaste. – me señalo aun con su sonrisa intacta.

- No lo pensé. – asegure – Ella dejo en claro que somos solo amigos y quiero mantenerla a mi lado de esa forma...

- ¿Por qué no lo intentas? – sugirió – no es necesario que le diga que siente cosas por ella, solo investigue que es lo que busca en una persona y vea si coincide con lo que usted busca... – movió sus hombros – no es tan difícil en cuestión de amor, solo que te encanta complicarte la existencia.

Suspire y me di cuenta que no se daría por vencido. Asentí solo para que dejara de atormentarme, no quería pensarla más, por lo menos en estos momentos.

- Y ahora cámbiate que debemos ir a la sesión de fotos. – hablo acomodándose mejor en el sillón.

(...)

- ¡Muchachos! – pedro llamaba nuestra atención cuando llegamos al estudio – ella es Nadia, la nueva fotógrafa de la banda.

Apreté mis labios y elevé mi mano en saludo mientras que los demás la saludaban. La rubia sonrió con emoción. Camine hacia el camarín para cambiarme, teníamos la sesión de fotos para el nuevo disco así que debíamos ver que ropa iba acorde a lo que íbamos a presentar.

Cuando termine de vestirme camine fuera hacia la gran sala donde estaba todo preparado para la sesión. Fruncí el ceño cuando vi a Martin hablando con Pedro. Este suplicaba y pedro solo suspiraba algo molesto.

- ¿sucede algo? – pregunte con curiosidad.

- Bachi debe irse temprano. – Pedro rodo sus ojos, molesto.

- ¿Por qué? – fruncí el ceño.

- Iremos con Laura a un fin de semana de campo con su familia – comento – y no quiero llegar tarde, debo vengarme de Luna.

Al escuchar su nombre lo observe con curiosidad, ¿Por qué Luna iba a los fines de semana familiares con Laura y su familia?

- ¿Por qué luna? – fruncí el ceño confundido.

- El padre de Luna y de Laura son hermanos de la vida, es por eso que la conozco – comento sin más – van tanto su familia como la familia de Laura.

Abrí mis ojos con sorpresa y caminé junto a él hacia la mesa de comida.

- Igual creo que la broma será para otro momento. – murmuro.

- ¿Por qué?

- Porque seguro la hostigaran por haber terminado con Marcos, todos lo quieren – murmuro mi amigo con seriedad – Menos nosotros, ese tipo ni siquiera se merecía estar con una persona como Luna.

Iba a decir que sí, pero no quería que todo me jugara en contra.

- Así que veremos cómo haremos con Laura y Lola para que no la pase tan mal, todos van con sus parejas... – movió sus hombros mientras comía de su sándwich – ella será la única sin alguien, pero estará batata, que es el perro de la familia.

Observe de reojo a Martin, él contaba la situación como si nada y no sabía si lo hacía de inconsciente o simplemente adrede.

- Y ¿la casa de campo queda muy lejos de aquí? – pregunte con curiosidad.

- No. – negó rápidamente – Saliendo de la ciudad, unos doscientos kilómetros más, no es difícil encontrarla...

Me quedé en silencio cuando lo vi irse. Martin era especial y gracias a eso también saboteo muchas sorpresas para nuestras fans.

Salte en mi lugar cuando escuche un clic cerca.

- Perdón. – Nadia se acercaba a mi apenada – Lo lamento, no quise asustarte.

- No, está bien. – sonreí levemente

- ¡Es que eres muy fotogénico! – comento con rapidez.

- Sí, eso dicen... – mamure – pero no me considero de esa manera.

- Deberías. – asintió con una sonrisa

- Tu eres la experta así que supongo que debe de ser verdad. – señalé su cámara y sonreí levemente.