Parpadee y termine por abrir los ojos, me sentía tan agotada, pero era de ese cansancio que uno amaba porque ansiaba volver a repetirlo. Reaccioné aún más cuando vi su brazo por mi cintura. Su respiración estaba en mi nuca.
Me había acostado con Villamil. Con mi amigo o con quien creía tener de amigo.
Cerré con fuerza mis ojos intentando despertarme de esta locura, ¿y ahora como lo observaría? No podía actuar como si nada hubiese sucedido, ni tampoco disimular que ahora había instalado aquella necesidad de querer un poco más de él.
Contuve el aire por un momento cuando sentí su dedo pasar lentamente por mi espalda. Mordí mi labio inferior mientras disfrutaba de su tacto, era demasiado tierno y a mí me comenzaba a volver demasiado loca.
Suspire y con lentitud rote, me observo con demasiada tranquilidad. ¿Qué era lo que le producía esa sensación de plenitud? Sonreí levemente, el día se encontraba demasiado hermoso y no sabía si era por estar así de enredados o porque quizás afuera, se caía el mundo.
Hermoso fin de semana familiar.
- Hola. – susurre.
- Hola. – comento con una sonrisa y llevo su mano a mi rostro para acariciarlo.
- ¿Qué fue lo que hicimos anoche, Villamil? - pregunte con gran curiosidad.
- Utilizamos el preservativo de Marcos... - bromeo.
Tire mi cabeza hacia atrás mientras todo mi cuerpo se movía por la risa que me había provocado aquello, el me acompaño con tanta libertad. Era tan extraño este momento y no quería que se terminara jamás. Volví a observarlo cuando la risa comenzó a cesar.
- Pobre de mi ex. – acote.
- ¿pobre? – frunció el ceño – debería darle las gracias...
- ¿Por qué? – fruncí el ceño con gran curiosidad.
- Por dejarte. – hablo con demasiada firmeza.
Lo observe fijamente a los ojos, tenía una mirada tan extraña. No era la mirada familiar a la que me había acostumbrado. Me senté rápidamente en la cama cubriendo mi cuerpo con la sabana oscura de mi cama. El me imito, nuestras respiraciones se encontraban mezclándose.
- ¿tú piensas que esto va mas allá? – balbucee.
El relajo su rostro frente a mi pregunta, él tenía un propósito y yo solo estaba siendo un estorbo en su búsqueda. Yo no era quien el buscaba ¿o sí? Tenía demasiadas preguntas y ahora odiaba con todas mis fuerzas haber escuchado a mis sentimientos y haber terminado en la cama con él.
- ¿tú no has pensado que quizás solo deberíamos experimentar? – pregunto con gran curiosidad.
- ¿experimentar? – fruncí el ceño con gran confusión.
- Si. – asintió con seguridad – Entre tú y yo...
- Esto fue solo un momento.
Mis palabras sonaban crueles, lo sentía dentro de mí. El solo bajo su vista y asintió dándome la razón.
- Si, tienes razón... – elevo su vista hacia mí, suspiro – fue solo un momento.
- ¿o tu sientes algo? – ahora tenía miedo, porque yo empezaba a sentir, pero no sabía para donde ir
Él se relamió sus labios y luego bajando su mirada negó con rapidez.
- No, Luna. – murmuro – tu eres mi amiga y así lo serás siempre...
- Fue una buena noche.
Comente recordando cada una de las sensaciones que me produjo y solo lo hable sin pensarlo. Lo observe de reojo, el esbozo una sonrisa traviesa.
- ¿Qué? – pregunte con curiosidad.
- Si quieres, podríamos repetir... - sugirió provocativo – no me molestaría en absoluto.
- ¡Juan Pablo!
Tire mi cuerpo hacia atrás tapándome el rostro de la vergüenza de que me lo propusiera otra vez. Moví mis dedos para observarlo con timidez, el aún continuaba con aquella mirada divertida. Era un pervertido.
- ¿Qué? ¿tienes una idea mejor? ¿O acaso Marcos no dejo otro preservativo en su mesa de luz? – Bromeo.
Iba a hablar, pero el elevo su dedo pidiéndome silencio porque sabía que iba a atacarlo con alguna frase llena de seriedad que poco y nada nos duraba.
- Yo solo sugiero, estoy aquí para cumplir tentaciones.
Abrí mis ojos con sorpresa frente a eso.
- Lo dirás por tus fans, no hables por mí. – me defendí con victoria.
- ¿segura? – enarco su ceja, aun sonreía.
Se relamió sus labios y termine por reír frente a él. Se recostó nuevamente a mi lado recargando su cabeza en su mano y me observo con gran curiosidad, comenzaba a ponerme demasiado nerviosa.
- ¿Qué dice? – volvió a preguntar.
- Que insistente es. – susurre, aunque me moría demasiado por volverlo a hacer con él.
- Se lo dije. – susurro, sus ojos no dejaban de tener tanta profundidad mientras me observaba.
- ¿Qué cosa?
Su respiración esta vez se encontraba acariciando mi rostro y la ansiedad, el deseo se incrementaba nuevamente en esta habitación.
- Que no iba a poder detenerme. – trago saliva, lo notaba.
Escuche como sonaba el tiempo fuera y sentía que era el momento perfecto para todo, porque si había algo que amaba era el sonido de la lluvia y ahora amaba su compañía. Me perdí en sus ojos, mi vista fue bajando hacia sus labios y la noche se me hizo presente. Que ansiedad que sentía por volver a sentirlo.
- No nos detengamos – susurre
Lleve mi mano a su cuello para atraerlo hacia mí y besarlo con lentitud. Parecía como nuestro primer beso, aquella electricidad hacia que quisiera quedarme a su lado siempre, aunque no lo merecía. Sentí su lengua acariciar cada parte de mi boca, como si amara ese lugar.
Cuando la respiración nos faltó, no prosiguió. Se alejó lentamente de mí, abrí mis ojos para encontrarme con los suyos. Acaricio con lentitud mi rostro, todo dentro de mí se revolvía.
- Solo... - susurre – no nos acostumbremos a esto.
- ¿y si no puedo cumplir con eso? – confeso – Estoy intentando contenerme de no volver a hacerte el amor.
- Te dije que no te detengas, Villamil. – volví a retrucar.
El lentamente comenzó a formar una sonrisa y me deje sumergir por mis emociones, tome nuevamente de su nuca para besarlo como si este fin del mundo se sintiera en esta habitación. Estaba perdida, demasiado, que no podía dejar de sentir lo que ahora ya estaba conmigo gracias a él.
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Amor clasificado - Juan Pablo Villamil
FanfictionUna lista, una publicación en una red social como si fuera el clasificado del diario... para encontrar un amor, para viajar a la luna y quedarnos por siempre ahí. Todos los derechos reservados. QUEDA PROHIBIDA su copia u adaptación de cualquiera de...