Narrado por Luna Morales
- Mi mama me llamo y me pregunto si me encontraba con mi hermana.
Observe el vaso de agua que me había dado uno de los policías. Sentía demasiada sequedad en mi boca. Todo se encontraba haciéndome mal.
- Y luego, ¿Qué sucedió?
Suspire, me encontraba tan agotada.
- La busqué por los lugares en donde sabía que ella frecuentaba y luego, Marcos... - me relamí los labios, sentía demasiada repulsión al pronunciar su nombre – me llamo y me dijo que había golpeado a mi hermana, que creía que se encontraba muerta.
Eleve mis ojos hacia aquellos policías que me escuchaban con atención.
- Quizás esto no sea una prueba contundente, quizás, van a esperar a que Lola testifique, pero por favor, Marcos es peligro. – sentí la angustia consumirme lentamente – Marcos intento hacerle daño antes y
- Tranquila, Luna. – murmuro uno de ellos.
- Estoy bien. – comente con rapidez – solo que nunca la escuche, ella intento advertirme de lo que era, pero me encontraba enamorada. – moví mis hombros y baje mi vista hacia abajo – solo les pido que no lo dejen libre mucho tiempo, la vida de mi hermana aun corre peligro.
(...)
Me senté en el suelo de uno de los pasillos vacíos del hospital. Observaba el ventanal y solo podía pensar en qué momento mi hermana despertaría. Se encontraba fuera de peligro, pero yo quería que ella se recuperara de una buena vez.
- ¡Ey!
Eleve mi vista hacia Leo que se sentaba a mi lado por unos instantes.
- ¿Cómo te encuentras? – murmuro.
Voltee a verlo e intente que quizás mi rostro le diera pistas de cómo me sentía.
- Está bien. – comento – solo se encuentra sedada y quizás en un par de horas le bajaran la dosis para que despierte.
Asentí volviendo al frente. Me limpie el rostro cuando una de mis lágrimas rebeldes se me escapo. Estaba tan agotada de llorar.
- ¿Cómo te encuentras con los síntomas? – pregunto con miedo.
- De a poco van apareciendo, pero nada que no lo pueda controlar.
- ¿le has dicho a tu familia?
Negué lentamente.
- ¿Qué esperas para decírselo? – pregunto con enojo – los necesitas.
- No es algo que deba discutirlo contigo. – murmure molesta – lo hare sola, ellos no tienen por qué enterarse.
- ¿y que harás cuando se note de verdad?
- Pensé en irme de aquí. – confesé volteando a verlo.
- ¿Qué? – abrió sus ojos con sorpresa – no voy a ayudarte si es lo que estás pensando, Luna.
- Leo... - susurre.
- ¡No! – negó con firmeza – conmigo no cuentes.
El solo se levantó de mi lado y se fue molesto de ahí. Suspire con cansancio y golpee levemente la cabeza contra la pared. Esto era torturante y cada vez la pasaba peor.
En silencio me quede observando el ventanal. El sol alumbraba todo, menos a mí. Esta vez la luna se encontraba desaparecida del cielo, estaba en su fase "nueva" o quizás en lo personal, en su fase querer desaparecer de una buena vez.
- Hola.
Eleve mi vista hacia villa que se encontraba observándome con curiosidad. Su dedo índice señalo mi lado.
- ¿puedo?
Asentí sin decir una sola palabra. Nuestros hombros se rozaron como muchas veces lo hicieron. Sentí demasiada electricidad recorrerme el cuerpo con solo esa acción. Trague saliva con nerviosismo, ni siquiera podía observarlo sin sentir que moría de amor por él.
- ¿Cómo se encuentra Lola? – pregunto observando al frente.
- Se encuentra fuera de peligro.
- Eso es bueno. – su voz se tornó un poco más animada.
De reojo lo observe, se le había formando una pequeña sonrisa. Sus ojos verdes se achinaron y mis sentimientos florecieron una vez más.
- Si... - sonreí y volví al frente.
- ¿Cómo te encuentras? – pregunto con curiosidad.
Voltee a verlo, sus ojos a esta corta distancia eran hermosos. Quería decirle que todo iba de mal en peor. Quería decirle que me ayudara, pero no quería arruinarlo, él no se merecía sentir lo que yo sentía.
- Bien. – la única palabra que pudo salir de mi atorada garganta - ¿y tú?
- Si tu estas bien, yo también estoy bien. – murmuro volviendo al frente.
Trague saliva, lo poco que tenía. Me había clavado un puñal y no sabía si en el corazón o en la espalda o en ambos lugares. No sabía muy bien. El no tenía ni idea de la gran mentira en la cual estaba metida con tal de no lastimarlo.
Volví al frente e intenté contener mis lágrimas. No quería decirle que estaba rota por dentro.
- Luna... - murmuro - ¿Qué sucedió con nosotros?
Me relamí los labios intentando que saliera algo de mí, pero este momento era el mas cruel.
- Porque yo te extraño, aun lo hago.
Voltee a verlo, sus ojos mostraban tanto y a mí me dolía el doble. Quería decirle que yo también lo extrañaba y cada día que pasaba, era aun más.
- Señorita Luna.
Ambos llevamos la vista, el policía que me había tomado la denuncia más temprano se encontraba frente a nosotros. Con villa nos levantamos de aquel suelo, quizás él te extraño se lo diría luego o cuando pudiera hacerlo.
- Oficial. – murmure - ¿sucedió algo?
- Si. – asintió – fuimos a buscar al joven Marcos a su departamento y...
- ¿y qué? – fruncí el ceño, observé a villa y luego volví al policía.
- El joven Marcos se suicidó.
- ¿Qué?
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Amor clasificado - Juan Pablo Villamil
FanfictionUna lista, una publicación en una red social como si fuera el clasificado del diario... para encontrar un amor, para viajar a la luna y quedarnos por siempre ahí. Todos los derechos reservados. QUEDA PROHIBIDA su copia u adaptación de cualquiera de...