.15. I

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Narrado por Luna Morales

De brazos cruzados ingrese a la casa de Laura. Había decidido hacer una fiesta de disfraces, esto era lo que necesitaba para distraerme de la pesadilla que vivía cada día aún más.

Detrás mío venían mi prima y su novio junto a Marcos, que aún no sabía para que se nos había unido. Desde aquella vez que se fue enojado, no había vuelto a hablar con él y eso me parecía todo un logro.

Sonreí cuando vi a mi amiga, se encontraba disfrazada de la princesa Jazmín.

- ¡adoro como te queda ese turquesa! – hable con emoción al llegar a su lado.

- Y a mí me gustas tú gatita... - bromeo divertida.

- Gracias. – susurré – juro que siempre quise ser gatubela.

- Lástima tu Batman... - murmuro observando por sobre mi hombro – o mejor dicho tu zorro.

Rodee mis ojos cuando me recordó la tragedia de novio que tenía. Ella me observo con el ceño fruncido al ver mi reacción.

- ¿está todo bien?

- ¿de verdad lo pregunta? – susurre.

- Solo quiero saber si quieres que te escuche o quieres que lo golpee. – movió sus hombros.

- Solo quiero que hagas que lo vuelva a querer, me parecería un lujo eso...

- O que te ayude a terminar con ese imbécil. – sonrió con malicia.

- Debería de hacerlo yo misma. – susurre

- ¿quieres la verdad?

- Cierra la maldita boca. – fruncí el ceño con molestia – creo que iré por algo de alcohol.

- Ve tranquila gatita. – bromeo.

- ¡estúpida!

Ambas terminamos por reírnos y camine entre las personas hasta la cocina. Antes de llegar pude ver a Martin disfrazado de Aladdin, a un Isaza como el sombrero loco de Alicia en el país de las maravillas.

Eleve mi mano en saludo a Nath, que se encontraba disfrazada de algún personaje de Harry Potter, junto a su novio Simón.

Ingrese y me quede estática al verlo de espalda, sobre la mesada destapando una botella de cerveza. Fruncí el ceño cuando me di cuenta de que no se encontraba disfrazado, solo era el mismo en un lugar de personas con doble personalidad por una noche.

El volteo y se apoyó sobre la misma, cuando llevo su botella a la boca se percató que me encontraba observándolo con curiosidad.

- Hola... – susurre e intente hacer una mueca de sonrisa.

- Hola. – balbuceo sin dejar de observarme.

- Am... - intentaba buscar una maldita palabra para seguir esta conversación - ¿Qué haces aquí?

El bajo su vista al suelo y luego volvió a verme, hizo una pequeña sonrisa y mostro su botella.

- ¿y por qué tan solo?

No sabía porque había preguntado esa estupidez, tenía miedo que me contestara que estaba con su novia pero que se encontraba esperándola o algo así. Que estúpida podía ser a veces.

- ¿crees que me encuentro solo? – pregunto con curiosidad, moví mis hombros aun observándolo – no me encuentro solo, estas tu...

- ¿puedo tomar una cerveza contigo? – sonreí levemente.

Amor clasificado - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora