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Apague el motor y me quede unos minutos observando a Luna. Su madre y hermana habían bajado del auto y la esperaban fuera, en la puerta del hospital. Ella sonrió para mí y luego su mano acaricio mi mejilla.

- ¿estarás bien? – murmure con preocupación.

- Estaré bien. – asintió con seguridad.

- Si quieres, vengo a buscarte luego... 

- Villa... tienes que trabajar, debes ir a ver lo del concierto que pronto se acerca y

- Y te amo, Luna. – la interrumpí.

- ¡Yo también te amo!

Se acercó a mí y beso mis labios con delicadeza. Mi mundo se paralizo nuevamente con ella sobre mí. Sus manos acariciaron con demasiada delicadeza mis mejillas y al separarse de mi beso mi nariz haciéndome reír.

- Debo irme...

- Nos vemos luego en el departamento. – murmure observándola.

Ella solo sonrió y salió del auto en silencio. Por unos minutos la observe subir las escaleras y llegar junto con su madre y Lola. Quería quedarme con ella, pero en lo que comenzara a tardarme, Isaza estaría llamándome y atormentándome con preguntas que no quería responder.

Maneje hacia su casa, ahí tendríamos una pequeña reunión y veríamos todo lo que faltaba.

Al llegar mis amigos se encontraban ahí, junto con Pedro y Nadia. Salude a todos y tome asiento alrededor de la gran mesa.

Entre la selección de temas, la temática y la estructura del escenario se nos había pasado tiempo. De vez en cuando observaba mi teléfono por si Luna necesitaba de mí. Mis amigos ya estaban al tanto de su salud y por esas razones preferían no cuestionarme por perderme por segundos de la conversación.

Camine fuera de aquel lugar hasta la cocina. Quería tomar algo de agua, me sentía demasiado sediento.

- ¡Ey!

Voltee rápidamente con algo de susto. Nadia se encontraba tras mío observándome con diversión.

- Lo siento, no quería asustarte...

- No te preocupes... - murmuré y volví a tomar agua.

- Y, ¿Cómo va todo? ¿has podido hablar con Luna? – pregunto con gran curiosidad.

- Si. – murmure y termine por suspirar.

Por momentos me hubiese gustado no terminar sabiendo las cosas, sufriría menos en silencio. Las últimas noches, a penas dormía. Me despertaba a ratos para ver si aún se encontraba viva a mi lado.

El miedo dormía de mi lado y a ella, la muerte la acompañaba un poco más.

- ¿y? – sonrió esperando ansiosa que le dijera la verdad.

- Estamos juntos. – comente y tome un poco más de agua.

- Pues, no te veo demasiado emocionado por eso. – frunció el ceño con gran confusión.

La observé de reojo por unos instantes y apreté mis labios. No sabía cómo decirlo, me costaba.

- Estoy demasiado feliz por eso. – asegure.

- Díselo a tu cara. – me señalo aun con seriedad.

- No es eso. – murmure bajando mi mirada al suelo.

- ¿entonces? Sabes que cuentas conmigo, para lo que sea.

- Lo sé. – asentí volviendo a verla – Es Luna y es... que jamás pensé estar viviendo esto.

Amor clasificado - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora