Capítulo 34

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Capítulo 34:

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26 de junio.

Tal vez moriría.

Definitivamente moriría.

Giré mi cabeza a la pequeña ventana y solté una gran bocanada de aire que mis pulmones retuvieron en un buen rato, pero volví a dejar de respirar al ver las nubes. Me sentía mareado y no podía creer que había sobrevivido tanto tiempo.

Nunca me había subido a un avión y mi expresión corporal me delató.  Amelia me miró con una sonrisa amable, tomó mi mano y la entrelazó con la suya.

—Tranquilo, vamos a estar bien.

—¿Segura? —pregunté, me aferré a mi asiento y apreté las piernas—. Yo no estaría tan seguro, revisé en  Google y la probabilidad de un accidente aéreo es de uno por 5,4 millones de vuelos.

—No seas dramático. —La castaña rodó los ojos antes de soltar una pequeña risita.

—¡De uno! Nosotros podríamos ser ese uno, ¿no lo entiendes? Tienes que ver mi historial de mala suerte y me entenderás.

La miré negar con la cabeza, su rostro estaba pintado de diversión pura.

Las personas a nuestro alrededor hablaban tranquilamente y las sobrecargo iban pavoneándose por el reducido pasillo con una falsa sonrisa y voces suaves, preguntando a los pasajeros cosas que no tenía que ver con morir en un avión. Me pareció injusto que yo me estuviera muriendo en silencio mientras que ellos parecían maravillados.

—¿Por qué demonios todos están tan tranquilos? —cuestioné.

—¿Puedes bajar la voz? Pareces mujer menopáusica.

—¿Yo? Ustedes son los lunáticos que parece no importarles que tipo de accidente puede sufrir esta cosa y hacernos caer.

—Nada puede pasar, calma. No es como si se estrellará con una nube.

Bufé y le dediqué una mala mirada.

Veinte minutos después, Amelia me obligó a dejar de mirar la ventana diciéndome que ya me estaba poniendo muy paranoico y mis quejas no harían que llegáramos más rápido. A regañadientes, me dediqué a ver Outlander con ella, una serie basada en el siglo XVIII que trata de viajes en el tiempo, Escocia, batallas, fantasía y drama. La verdad, me pareció muy aburrido cuando la castaña me contó con voz animada asegurándome que sería la mejor serie que vería en toda mi vida, pero siendo sincero, me entretuvo todo el vuelo y la idea de caer por culpa de un propulsor roto se desvaneció de mi mente.

—Pasajeros, prepárense para el aterrizaje...

Una voz femenina hizo que levantara la mirada de la pantalla y Amelia pausó la boda de Claire y Jamie Fraser.

Un corazón para Amelia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora