Capítulo 35:
27 de junio.
Ruido.
Era la primera palabra que se me venía a la mente. Traté de sonreír cuando alguien me miraba o me hacía preguntas, pero la cabeza me daba vueltas, y descubrí de forma muy desafortunada que la familia de la castaña era muy escandalosa.
Cris había preparado un almuerzo para celebrar la llegada de Amelia. Pude conocer a muchos de sus tíos y primos, era una familia muy grande. Amelia estaba más que feliz y por ello me tragué mi mal humor por un rato.
—Los europeos son muy lindos, prima, tienes mucha suerte. —Escuché a Mary, prima de Amelia—Mira ese trasero.
Mi novia la golpeó y ella se quejó, para luego reírse. Tuve que moverme de manera despreocupa para alejar sus ojos de mis nalgas.
—Sí, ese chico es muy guapo. —Cris apoyó a la chica rubia con rizos.
Amelia soltó una risita y por el rabillo del ojo pude ver que asintió después de mirarme un momento. Sonreí y seguí volteando hamburguesas como si no estuviera oyendo.
Me había ofrecido a ayudar al esposo de Cris con las hamburguesas y él me recibió con mucha emoción luego de rendirse al no poder encender la parrilla. Tuve una charla muy interesante con aquel hombre, me contó que era profesor de literatura en una universidad y habló sin parar sobre su trabajo. Lo escuché con atención y una que otra vez mientras él hablaba yo me imaginé dedicándome a dar clases. Sonreí al recordar lo que Logan me había dicho y extrañamente sentí que tal vez ese era mi lugar. Debía hacer lo que yo quería, ser feliz por mí y por mí vida.
Sería un buen profesor, me dije.
—¿Ocupado? —Amelia me abrazó por detrás.
—No, ¿ya se aburrieron de manosear mi trasero con sus ojos? —pregunté, me giré y besé su frente.
—Nunca me aburriría de tu trasero —dijo, de forma coqueta me palmeó una nalga.
—Por favor, muchacha, a su familia no le gustará esto. —Abrí la boca con sorpresa y ella soltó una carcajada.
—Has estado muy callado hoy, ¿pasa algo? —preguntó.
Negué con la cabeza y dejé las hamburguesas en un plato.
—Estoy bien —aseguré.
Ella no pareció muy convencida, iba a hablar, pero la voz de Cris la interrumpió. Me miró.
—Estoy bien, lo juro.
—¿Seguro? Puedo quedarme contigo, sé que te he dejado solo.
Bufé.
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Un corazón para Amelia
Teen FictionLa vida es un completo misterio, suceden cosas que no podemos explicar, algunas buenas y otras desafortunadamente no corren con la misma suerte. ¿Crees en el destino? ¿En las casualidades? ¿Suerte, tal vez? Keelan Harris solo cree en los accid...