Capítulo 28:
03 de Junio.
Había pasado dos semanas desde aquella cena con la familia de Amelia, ¿me sentía bien? Por supuesto que no. Mi madre no me había dirigido la palabra desde entonces, ni siquiera una de sus miradas frías y yo me mantenía encerrado en mi habitación para evitarla.
Lee me estuvo ayudando mucho, cada vez que podía me decía una que otra palabra alentadora y me convenció de ir con un profesional de nuevo para tratar mis ataques de pánico, no lo iba a aceptar pero su insistencia y la de Amelia se me hizo imposible negarme.
Cuando empezaron los ataques, Lee me llevó con un psicólogo, al principio sentí que me ayudaron o eso fue lo que quise hacerles creer a todos. Tomaba ansiolíticos, pero odiaba tener que medicarme, me hacían recodar a mi padre de alguna manera. Lo dejé seis meses después sin decirle a nadie. Me dediqué a no pensar en los ataques y a concentrarme en la escuela y en mi beca. Parecía funcionar un poco, aunque llegaban días que sentía una pequeña presión en el pecho y una soportable pero molesta sensación de no poder respirar. Traté de ignorarlo.
«No podemos fingir que nada ocurre, Keelan. » me dijo Lee hace unos días.
Iba dos veces por semana y aún me incomodaba hablar con alguien más sobre mis padres, aunque quisiera creer que esto no podría ayudarme en algo. No pasará nada si lo intento, ¿verdad?
De un momento a otro sentí un fuerte golpe que me hizo caer de la cama. Parpadeé un par de veces para salir de mi sorpresa y escuché la escandalosa risa de Logan.
—Idiota —mascullé, mirándolo mal.
—Sabes que me amas, Harris. —Sonrió, lanzandome un beso.
—Vete a la mierda. —Estiré el brazo, jalando a Logan para lanzarlo al suelo.
Me reí al escuchar un quejido de su parte.
—Me iré feliz si tú me acompañas —dijo, dedicándome una sonrisa pícara.
—Eres insoportable —dije, suspirando con cansancio—. Vamos, tenemos que terminar este ensayo.
Se levantó sin quejarse y me sorprendió no escuchar algo como El come libros, Harris.
Nos quedamos en silencio por un rato, lo único que se escuchaba era el contacto de la borra de goma contra la hoja de papel de Logan. Parecía estar lidiando con lo que tenía que escribir en su ensayo.
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Un corazón para Amelia
Dla nastolatkówLa vida es un completo misterio, suceden cosas que no podemos explicar, algunas buenas y otras desafortunadamente no corren con la misma suerte. ¿Crees en el destino? ¿En las casualidades? ¿Suerte, tal vez? Keelan Harris solo cree en los accid...