Capítulo 25:
20 de Mayo.
Dividieron la competencia en dos grupos y cuando llegó mi turno estaba cagado, no miento. Me dirigí a mi carril, posicionandome detrás del taco. Trataba de dejar que toda la presión se fuera lo más lejos de mí. Cerré los ojos, recordando la primera vez que entré a una piscina.
No me sentía igual que en otras competencias. Competía por primera vez después de estar suspendido. Quería o sentía que necesitaba más práctica. Todos me decían que tenía que relajarme, pero no era fácil.
—En sus marcas. —Oí la primera voz y me coloqué en el taco. Logan me dió una palmada en la espalda como para tranquilizarme.
—Preparados. —La segunda voz indicó que nos colocaramos en nuestra posición de lanzamiento y así lo hice.
Tomé una gran bocanada de aire, y escuché el silbato sonar. Todo inició, la presión que sentía antes iba desapareciendo mediante mi cuerpo se movía en el agua. Me recordó el porqué nadaba en primer lugar. Para mí había sido una especie de escape, mis problemas se desvanecían al instante cuando estaba en el agua; olvidaba a Kale Harris, olvidaba los ataques de pánico y olvidaba ser el chico que fingía estar bien siempre. Solo era yo, el Keelan Harris antes de todo el desastre.
Toqué la pared casi al mismo tiempo que Pat. Me saqué lo lentes y lo miré reírse como tonto.
—Te patearé el trasero, Harris —me dijo, aún con una estúpida sonrisa.
—Veremos quién patea a quién —le contesté, con una sonrisa cínica en el rostro, salí de la piscina.
Estaba jodidamente nervioso, si mi equipo ganaba podríamos clasificar para el campeonato. Observé mi alrededor y mi mirada se conectó con la de Amelia, me regaló una sonrisa que yo se la recibí con gusto.
—Lo has hecho bien, muchacho. —El entrenar me dió una fuerte palma. Dándole las gracias, me senté para calmar mis nervios.
Me quité la gorra, mi equipo y el rival esperamos que decidirán los jueces. Veinte minutos después, nos llamaron a todos para dar el veredicto.
Los gritos cesaron un poco y el lugar se volvió tenso. Todos esperamos los resultados en la tabla y yo evité mirar. Me mordí el labio, con ganas de salir corriendo e irme lejos.
«Vamos, Harris. Lo has hecho bien.»
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4... 5... 6...
—Hoy hemos tenido una competencia muy reñida, se nota lo mucho que han practicado ambos equipos. Felicidades a todos, muchachos, sin duda son unos excelentes nadadores. —habló una mujer que parecía ser la entrenadora de la otra escuela.
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Un corazón para Amelia
Teen FictionLa vida es un completo misterio, suceden cosas que no podemos explicar, algunas buenas y otras desafortunadamente no corren con la misma suerte. ¿Crees en el destino? ¿En las casualidades? ¿Suerte, tal vez? Keelan Harris solo cree en los accid...