Capítulo 12

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Capítulo 12:

Esto estaba mal

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Esto estaba mal.

Muy mal.

Yo no era así, no besaba a los chicos que acababa de conocer. Dios, ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué tuve que beber?

Sus labios se movía lentamente, haciendo que perdiera la poca cordura que me quedaba, y evitando que pudiera apartarme me tomó de la cintura. Me sorprendió que me respondiera el beso, por un momento entré en pánico creyendo que iba a rechazarme.

—¿Nos pueden explicar qué están haciendo?—Escuchamos la voz de Logan resonar por todo el establo y nos apartamos rápidamente.

El amigo de Harris, se mostró entre sorprendido y divertido al mismo tiempo.

—¿Por qué eres tan idiota, Logan? Vamos a dejarlos solos —replicó mi amiga, dándome una mirada de disculpa mientras jalaba al moreno.

—No hacíamos nada, sólo me estaba diciendo algo —dijo Keelan.

—Por favor, ¿la estabas escuchando con la boca?—contestó, con incredulidad el otro. No dijimos nada—. De acuerdo, creeré su patética escusa. Sólo me pareció divertido arruinarles el momentico. —Hizo manos de Jazz en esto último, con tono divertido.

—No hubo ningún momentico —me atreví en hablar, y mi voz salió temblorosa. Rodé los ojos y lo imite, haciendo el mismo gesto con las manos que él.

—Lo que digas —dijo, encogiéndose para luego marcharse, dejándome sola con Keelan.

Cerré los ojos con fuerza.

—No le hagas mucho caso a Logan, ya debes de saber que es…—dijo, al cabo de unos segundos en silencio.

—Lo sé. Un idiota.

—Amelia, yo…

—Lo sé, lo siento. No debí hacerlo, no tienes que darme un tonto discurso como si ya no supera lo que quieres decir realmente.

—No iba a decir eso, sólo… —

—Soy una tonta, ¿vale? Vamos a olvidarnos que esto pasó y evitemos que me siga humillando —le dije, apartandome lo más que podía de él.

—Vamos, no te estas humillando, yo no… —

—Dejemos de hablar de esto. No significó nada para nosotros, ¿bien?

—Deja de interrumpirme, necesitamos hablar —pidió, pero negué con la cabeza—. Amelia, eres una chica muy linda, inteligente y...

—Yo me largo —avisé, girando sobre mi propio eje para salir de ese establo lo más rápido que podía.

Miré atrás y por suerte Keelan no me seguía. Me golpeé mentalmente por pensar esa estupidez, ¿por qué habría de seguirme? No estábamos en una comedia romántica, ni siquiera sé si me consideraba una amiga. Esta historia sólo era de una chica que se hacía grandes ilusiones y pensaba que por sólo tener patéticas esperanzas saldrán las cosas como quería. Keelan estaba enamorado de Annie, su ex novia infiel, aunque siendo eso él la seguía queriendo y no podía cambiarlo. Vi en sus ojos algo de pena en cuanto Logan y Wanda nos dejaron solos, me niego a escuchar lo que tuviera que decirme y sentirme más humillada. Todo era mi culpa, yo di ese paso, yo sólita me humille.

Llegué a la habitación de videojuegos donde se encontraba Cody. Estaba tan absorto a la Playstation que ni siquiera notó mi presencia. No necesitaba a nadie,  únicamente a Cody en ese momento.

—Hola, gusano —le dije, fingiendo tener ánimos.

Me costaba hablar, me sentía más mareada de lo normal y las palabras sonaban muy raras cuando salian de mi boca.

—¿Has estado bebiendo? —Despegó la vista de su juego. Asentí—. Ay no, Lia. Sabes que no debes beber, ¿qué dirán mis padres?

Me encogí de hombros.

—Como sí les importara. Les vale kilo de mierda si me muero.

—Hey, no digas eso.—tomó mis mejillas dejando a un lado lo que hacía antes—. Claro que le importas, tanto como me importas tú. Además, nadie morirá, no exageres sólo te tomaste, ¿cuántos?

—Dos botellas—respondí, abrió los ojos de sorpresa—. O… ¿tres? No lo recuerdo. —Solté una risilla.

—Por Dios, hermana. Te dejo sola un rato y te vuelves una alcohólica. —Se pasó las manos por la frente, lleno de asombro.

Me reí.

—Estaba con Keelan.

Cody arrugó la nariz.

—No me gusta nada él. —Confiesó.

—A ti ningún chico te gusta, siempre los espantas o actúas raro para que se sientan obligados a alejarse. Por eso no he tenido novio.

—Nunca he hecho tal cosa. —Se hizo el ofendido.

—Te podría hacer una lista, pero no lo recuerdo en estos momentos —contesté—. Aunque recuerdo como asustaste a Keelan hablándole sobre preservativos y siendo más raro de lo que eres ya.

—Oh cállate, hermana. Estas hablando mucho. —se rió dándome un empujón.

—Lo besé —confesé, temiendo a su reacción.

Cody es un hermano celoso, si fuese por él yo no saldría a la calle. Sin embargo, aprendí como controlarlo.

—¿Pero que mier…? ¿A Harris? —preguntó muy alto.

Asentí con obviedad y me recosté en el sofá acolchado. No me sentía bien.

—¿No habías dicho que tenía novia? La de los rizos y vestidos bonitos.

—Sí, tenía, pero ella lo engañó.

—¿Annie lo engañó? —Se levantó de la silla, con más asombro de lo que me imaginaba.

—¿La conoces? Pareces más afectado que él. —bromeé.

—No… tú me dijiste su nombre, no lo recuerdas por lo tomada que estas. —contestó, sentándose de nuevo.

Abrí la boca para decirle algo más, pero la cerré al momento que sentí algo extraño. Tenía que buscar un baño.

Necesitaba vómitar.

Crucé los pasillos y temí que pudiera vómitar el bonito piso de mármol. Choqué con alguien, pero no le di mucha importancia. Y antes de que diera un paso más, doblé mi cuerpo hacia delante, recargandome en la pared, expulsando todo lo que mi estómago contenía.

—¿Amelia, estas bien?—Keelan se acercó a mi.

—Sí, sólo necesito…—no terminé la frase ya que vomité por segunda vez sobre el piso.

Bien, alguien limpiará este desastre y ese será Cody.

Miré al chico que estaba a mi lado con el ceño fruncido y una mirada de preocupación. Recuperé la compostura y me largue lo más rápido que pude. Tenía que permanecer lejos de él.

Genial, vomitando frente a tu crush.

Me golpeé la frente en cuanto cerré la puerta del baño a mis espaldas. Esto únicamente me pasa a mí, ¿qué karma estaría pagando? Pensé, mientras apretaba mis labios y me apoyaba contra la pared.



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