Capítulo 21

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Capítulo 21:

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07 de Mayo.


Era un día genial, el clima era perfecto y Amelia no dejaba de reir. Nos sentamos en una gran mesa en frente del campo de girasoles, hablamos de trivialidades mientras tomábamos jugo de naranja y comíamos pastel de chocolate.

—Si quedaran atrapadas en una isla desierta a quién eligen como su compañero, ¿Harris o yo? —preguntó Logan.

Rodé los ojos.

Logan le había hecho esa pregunta a muchas chicas desde primaria y todas me terminaban eligiendo o recordándole lo idiota que solía ser.

Tal vez me divertiría un poco.

Miré a las chicas con una ceja alzada, esperando sus respuestas mientras le daba un largo sorbo a mi bebida.

—A Keelan, es mi hermano —respondió Kate, encogiéndose de hombros.

Mi mejor amigo le dirigió una mirada pícara a Wanda.

—A ti —respondió la rubia, sin tanto rodeo.

—¿En serio? —preguntó éste, claramente sorprendido.

—Pues claro. Así podría matarte y comerte cuando se termine la comida.

Todos rompieron en risa y yo puse una cara de asco, mientras Logan nos regala una mirada de pocos amigos.

—No quisiera imaginar eso —le dije a mi amigo.

—Al menos a mí sí me quieren comer —atacó él, le di un golpe en la nuca.

Logan me miró mal para luego dirigirse a Amelia esperando una respuesta.

—Elijo a Keelan —dijo, encogiéndose en su asiento.

—Ya me imaginaba yo —dijo Logan, rodando los ojos

—Déjala en paz, Logan. —Le di un codazo en la costilla—. Por supuesto elegiría a su mejor amigo. —Hice énfasis en lo último, con un deje de fastidio.

Amelia frunció el ceño.

—¿A qué te refieres con eso?

—Nada, nada. —Me encogí de hombros fingiendo ser inocente.

Amelia me miró por unos segundos, pero luego su atención volvió a su trozo de pastel.

Lo recomendable sería quedarme callado y seguir pasando un día tranquilo, sin embargo muchas veces tendía a no poder controlar mi boca.

—Dime algo, Amelia, ¿me elegiste por qué quisiste o sólo para no herirme? —Empecé, ella hizo sonar el tenedor contra el plato al escucharme.

—Pero, ¿qué te sucede? —Frunció más el ceño—. Es un estúpido juego, Keelan.

—Yo no me refiero al juego, linda. —Alcé una ceja.

Un corazón para Amelia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora