Capítulo 24:
17 de Mayo.
—Creo que me estoy enamorando de Amelia. —Tomé a Logan del brazo y lo arrastré hasta una mesa sola en la cafetería.
—¿Me lo dices o me los preguntas? —habló, mirándome con obviedad—. Es obvio, no hace falta ser adivino para saberlo.
—¿En serio? —pregunté, arrugando la nariz.
Asintió.
—Oye, es una buena chica, me agrada mucho y claramente tiene algo muy especial para que tú te volvieras loco desde que la conoces —empezó—. Debes de dejar esa inseguridad y metertela por el trasero, mereces ser feliz luego de todo lo que ha pasado, ¿no lo crees?
Suspiré.
Logan tenía razón, primero fueron los ataques de ansiedad, la convulsión, las notas bajas, la suspensión, el engaño de Annie y enterarme que Amelia estaba enferma. ¿Alguna vez podría sentir que no tenía un problema?
—Ella es increíble —admití, al cabo de un rato.
Una sonrisa curvó mis labios y tuve que bajar la cabeza para disimular un poco.
Logan rodó los ojos.
—No actúes como un estúpido. —fingió estar molesto.
Me reí.
—Ahora tenemos que encargarnos de alejar a Amelia de Lucas. —bromeó, pero no me causó gracia.
—Jodete. —Le di un golpe en la nuca. Él solo soltó una sonora carcajada.
Luego de eso, Logan se encargó de sacar otro tema de conversación y me sorprendió que estuviera hablando de algo serio. Me habló de Wanda y de como fue hasta su instituto y la fastidió sólo para conseguir su número de teléfono, dijo que ha tenido varias conversaciones con ella y le pareció la chica más interesante que había conocido. También me dijo que la invitaría para la competencia del sábado.
—Espero que Wanda te haga caso y consiga quitarte la estupidez. Sólo pido todas las noches para que seas normal. —Lo molesté, Logan me miró mal y me quitó mi sándwich, dándole un gran mordisco.
—Deberías invitar a Amelia, quedará impresionada con tus abdominales y tus brazadas —dijo, aún con mi sándwich en la mano.
Me reí.
—Suena bien. Debería invitarla. —Dándole la razón, le arrebaté mi comida.
Y así lo hice, fui a su casa ese mismo día con la escusa de que necesitaba ayuda con los exámenes finales. Ella me recibió con una gran sonrisa, aunque parecía cansada, no dejó de hablar.
Pasamos un día divertido en su habitación, yo traté de hacerla reír con todo lo que tenía, y me hice el que no entendía las preguntas para que me explicara.
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Un corazón para Amelia
Teen FictionLa vida es un completo misterio, suceden cosas que no podemos explicar, algunas buenas y otras desafortunadamente no corren con la misma suerte. ¿Crees en el destino? ¿En las casualidades? ¿Suerte, tal vez? Keelan Harris solo cree en los accid...