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Una hora me tuvo esperando.

-Buenas- escuche una voz que podía identificar.

En segundos apareció Ricardo en ropa para entrenar.

-Oh- me señalo sorprendido

-Señor ella es la persona que quiere rentar el apartamento- me señalo

-Tranquila que nos conocemos- tomo asiento frente a mí

-Dime ¿Cuánto piensas pagar por el piso? – pensé un poco en lo que estaría ganando en mi nuevo empleo

-Ya cuando inicie a cobrar bien puedo pagar hasta unos $1,000 al mes- él asintió

-Vale entonces por ahora dame $500 ¿te parece bien? – abrí mis ojos sorprendida de la facilidad para convencerlo

-Claro- respondí rápidamente

-Entonces te enviare por correo el contrato y puedes mudarte desde hoy- se levanto

-Gracias- sonreí para verlo irse

Ricardo era una persona excelente.

-No pensé que fuera fácil de convencer-

-Yo menos- reí un poco

-Bueno fue un placer encontrarle su apartamento, aquí tiene las llaves y el control para abrir el portón principal- asentí

Ella salió del apartamento dejándome sola.

-Si venías acá me hubieras llamado- me asuste cuando Ricardo entro a mi nuevo apartamento

-No sabía que eras el dueño- intente no estar nerviosa

-Eh... sobre eso- iba a hablar, pero fue interrumpido por su celular

-Pequeña debo irme- levanto sus hombro

-Vale, gracias por aceptar que rente el apartamento- él se despidió con su mano

Una vez más me quede sola en mi nuevo hogar.

En mi auto tenía todo lo necesario, así que inicie a bajar todo de mi auto.

Mañana volvía a trabajar así que debía también a hacer todas las compras necesarias hoy.

Me tarde solo una hora en subir todas mis pertenencia.

Luego de eso salí a un centro comercial ya que podía comprar un poco de ropa.

Como muchas ocasiones fui directo hasta la parte final de la tienda en donde estaba la ropa de liquidación.

En esa área deben llenarse de mucha paciencia para poder conseguir algo en buen precio.

Una hora mas tarde había salido con bastante ropa sin salirme del presupuesto.

Luego de eso salí directo a un supermercado.

Debía comprarme la cena de hoy.

Todo me estaba saliendo muy bien para ser sinceros.

***

-Buenos días- salude a la recepcionista mientras iba al elevador privado

Hoy me coloque la ropa que recién me había comprado

Tenía mis hombros destapados, pero me sentía muy bien arreglada.

Mis tacones se escuchaban en todo el pasillo hacia mi puesto.

Encendí mi ordenador y ahí rápidamente tenía lo que debía hacer hoy.

Saque de mi cartera el celular privado de mi jefe.

Enamorando al magnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora