En el bar ya estaba muy pasada de copas seré sincera, pero tenía noción de lo que hacía.
-Me dijo que... soy una cualquiera- pause por un hipo
-Amiga deja de tomar- Alejandra intento quitarme la copa
-Con la bebida se ahogan las penas- la mire
-Mentira, solo las apagas por unas horas- Jeremy me señaló
-Ya basta que me den sermones- cruce mis brazos
-¿Dónde está tu auto?- pensé un segundo
-En la casa del desgraciado que tengo por jefe- me recosté de Jeremy
-Es hora de irnos entonces- no se quien me ayudó a caminar, pero se lo agradecía
Posiblemente era capaz de caerme.
-Alejandra ¿sabes donde ella vive?- solo podía escuchar lo que hablaban
-Claro-
-Bueno como eres la más sobria te tocara llevarla a su casa con su auto- sentí como me subieron a un auto
-Que calor- moví mis manos
-No entramos al estado dos de Maia borracha- la mire mal
-No estoy borracha-
***
Me levanté con un dolor de cabeza que ni volviendo a nacer se me quitaba.
-Al fin te despierta, tus dos celulares no dejan de sonar- Alejandra apareció frente a mi con mi celular y el de mi jefe.
Decidí responder el de mi jefe ya que es mucho más importante.
Llamada
-Bueno- no mire quien era
-¿Hola?- contestó una voz femenina
-Este es el número de Andrew Wilson-
-Si ¿Quien lo procura? -
-Puede pasarle el teléfono soy Elizabeth- dude un poco en qué responder
-Le diré que lo llamo, ahora mismo Andrew está bañándose- golpee mi frente luego de decir esa frase
-Oh- se escuchó un poco emocionada
-No los interrumpo entonces, lo llamaré más tarde- cortó la llamada
Fin de llamada
-¿Bañándose? – me tire en mi cama por la estupidez que dije
Ahora el celular que solo sonaba era el mío.
Llamada
-Buenas-
-Señorita Lewis- el tono era muy claro de quien me llamaba
-Dígame que no respondió la llamada de mi celular- me quedé en silencio
-No si desde anoche está deseando que la despida- me quede en duda
-Anoche no estuve con usted- intenté recordar, pero nada pasaba
-Casi nada, si casi me deja desnudo frente a mi casa-
Eso no podía ser cierto
-Bueno la cosa es que respondí su llamada, era una modelo llamada Elizabeth y le dije que le devolverás la llamada porque se estaban bañando-
-Por dios Maia- me lo podía imaginar caminando de un lado a otro
-¿Qué hice mal? –
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Enamorando al magnate
RomanceTodo inicia con el pie izquierdo, el muestra sus grandezas mientras ella solo intenta hacer los números en su trabajo. El es un magnate reconocido por muchos países. Dirige una de las marcas más reconocidas a nivel mundial. Soltero por decisión pro...