|76|Casi Final|

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La mañana siguiente llegue con el auto que siempre había tenido.

Coloque las bases de los dos asientos de los bebes para dejar a Victoria en el medio de los dos.

-El auto quedo pequeño- asentí hacia Ricardo

-¿Cuando se casan?- el me miro nervioso

-Alejandra todavía me dice que tenemos que hacer otras cosas- menciono

-Amigo es mal fácil como lo hice yo- golpeé su hombro

-Ya veo-

Hicimos silencio al ver a todas salir del hospital.

-Papi- Victoria me saludo desde lejos

Ella iba de la mano junto a Scarlet.

Luego salió Alejandra con Micaela.

Maia tenia entonces a Ethan.

Tome a Micaela primero para dejarla en su lugar.

Ella estaba dormida y eso solo significaba que recién había comido.

-Princesa debes subir- acaricie la mejilla de Victoria

Ella asintió para subir al auto.

-Creo que deben pensar en adquirir un auto mas grande- asentí tomando a Ethan ahora

Lo deje dentro del auto para luego ayudar a Maia a subir al auto.

-¿Te duele algo?- ella solo negó

-La mochila- Scarlet me la pase

-Gracias por su apoyo- le sonreí a todos

-Cualquier cosa que necesiten nos llaman- asentí para subirme al conductor.

Mire por el retrovisor y por primera vez el auto estaba lleno.

-Al fin estamos completos- mire a Maia

-Al fin tenemos a todos- ella tomo mi mano

Victoria estaba pendiente de sus hermanos.

Conduje con cuidado a la casa, ya que en el auto llevo lo más valioso de mi vida.

Al llegar a la casa fue sentir que al fin estábamos completos.

-Si quieres ve a darte un buen baño- acaricie la mejilla de mi esposa mientras dejaba a los bebes en su cuna

Ella asintió para ir a nuestra habitación.

-¿Mami esta cansada?- susurro Victoria

-Si- la tome en brazos

Había leído que a muchas mamás luego de un parto se sienten cansada y pueden entrar en una depresión por los niveles altos de sus hormonas.

-Quédate jugando en tu habitación iré con mamá- ella asintió

Cuando entre a nuestra habitación encendí el monitor que nos había regalado en donde podíamos ver y escuchara los bebés.

En el baño no la escuchaba así que entre.

La encontré dormida en la tina.

Sin pensarlo tomé una esponja que ella siempre usaba y comencé a bañarla.

-Estoy muy cansada- susurro

-Lo se amor- sonreí mientras la bañaba

Estaba muy agradecido con ella.

Jamás había experimentado un embarazo de gemelos y saber que ella aguanto ocho meses con el peso de dos me parece increíble.

Tome una de sus navajas y afeite sus piernas.

Enamorando al magnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora