-¡MAIA!- me asuste al escuchar el grito de Alejandra dentro de mi piso
-Mujer me mataras del susto- ella se rio cuando salí en mi ropa interior
-Vamos que saque cita en el lugar que íbamos la otra vez- negué
-No quiero- dije rápidamente
-Debo ahorrar dinero- confesé
-¿Para que ahora?- no sabía sin contarle, pero es mi mejor amiga
-Para adoptar a una niña-
-¡COMO!- gritó
-Si, quiero adoptar a una princesa llamada Victoria- me emocione de solo decirlo
-¿Sabes que es eso?- asentí rápidamente
-¿Sabes que necesitas un esposo también?- volví a asentir con menos emoción
-Por ese motivo debemos salir para disfrutar de los días que tienes como mujer sin hijos- negué
Alejandra celebraría cualquier cosa con sexo.
-Vamos, puede que consiga un esposo por un mes quizas- le di un poco de duda al asunto
-Cada día me sorprendes más- entro en mi habitación
-Mira este vestido es perro- saco un vestido de mi armario
Lo tomé para colocarlo ya que con Alejandra no puedo negarme a nada.
-¿No que andabas en algo con Ricardo?- la mire
Ella solo negó.
-Lleva varios días sin escribirme así que tengo derecho de salir- levanto sus hombros para restarle importancia
Negué mientras me terminaba de arreglar.
-No tendre sexo con nadie- aclare
-Eso dices ahora, pero amiga deja que veas lo dioses que frecuentan ese lugar- volví a negar
-Realmente no quiero ir- confesé jugando con mi celular
Quería o más bien necesitaba cualquier excusa para evitar ir a ese lugar.
Solo tenía una carta a mi favor- pensé mientras mis dedos actuaban por su cuenta
-Oh me están llamando- levante mi celular inocente
-Mira es Ricardo- ella se puso toda nerviosa
Llamada
-Hola Ricardo, qué raro que me llamas- sonreí nerviosa
-Eh... tengo una llamada perdida tuya- dijo confundido
-¿Qué estás de camino a mi apartamento?-
-¿De qué hablas?- Intenté no reírme por su confusión
-Vale te espero aquí, pero tranquilo conduce con calma-
-Carajos Maia que no entiendo de qué hablas, pero asiente si estás en peligro-
-Mierda verdad que no te estoy viendo, bueno quedate tranquila iré rápidamente para allá- cortó la llamada
Fin de llamada
-¿Para que llamo?- Alejandra estaba nerviosa
-No podía hablar bien, me dijo que viene por ahí- me tiré en mi sofá
Busque el control de mi televisor para buscar una película
-No puedo creer que por segunda vez nos interrumpe nuestra salida- se sentó a mi lado para quitarse los tacones
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Enamorando al magnate
RomanceTodo inicia con el pie izquierdo, el muestra sus grandezas mientras ella solo intenta hacer los números en su trabajo. El es un magnate reconocido por muchos países. Dirige una de las marcas más reconocidas a nivel mundial. Soltero por decisión pro...