Estaba sentada en un banco afuera del hospital esperando por Misael.
El ginecólogo me había recetado unas pastillas naturales para controlar mis mareos, otros que son vitaminas para el embarazo y me estableció sus citas de chequeo.
Vi mi auto llegar frente a mi.
Misael se estacionó y se bajó rápidamente del auto mientras lo dejaba encendido.
-¿Qué pasó?- lo mire y sentía mis ojos arder
-Estoy embarazada- dije sin rodeo
-¿Cómo?- me miró sorprendido y luego me abrazó rápidamente
-Felicidades- no sabía si llorar o reír, pero me fui por la primera opción
-No llores- él seco mis lagrimas
-Es que como se lo digo ahora- tenía demasiados miedos
-Deberías llamarlo para que hables con él – negué
-Necesito asimilar todo esto primero- él asintió para luego llevarme hasta la puerta del auto
-Victoria está dormida, su maestra me dijo que hoy se portó muy bien y que sacó una buena nota en su examen- asentí mientras me subía al auto
Misael condujo en silencio hasta mi casa en donde para mi sorpresa Andrew estaba sentado en la escalera con sus manos en la cabeza.
Al sentir el motor de mi auto se puso de pie rápidamente.
-¿Sabías que estaría aquí?- mire a Misael y él solo negó
Él se estaciono frente a él, me baje primero en donde me quedé mirándolo.
-Estaré adentro con la princesa- asentí mientras Misael cargaba a Victoria en sus brazo la cual dormía
-Princesa- lo escuche decir deteniendo a Misael para acariciar el rostro de Victoria.
Sentía nervios de todo ahora mismo.
-¿Qué pasó Maia?- cruzo sus brazos pero de mis labios no salía nada
-¿Porque recibí una llamada del tipejo ese desde tu celular?- no sabía que decir ni cómo iniciar
-Podemos dialogar tranquilos- cerré mis ojos intentando calmar mis emociones.
-Estoy tranquilo Maia, pero no es normal que un tipejo me llame de tu número obligándome a buscar a Victoria cuando sabes que tenía una reunión importante, la cancele para buscar a mi hija porque no se que demonios le paso a la madre de mi hija, así que preocupado conduzco con prisa para llegar y que me digan que un hombre se llevo a mi hija. Te llamé y no me respondías y tu quieres que esté tranquilo- su mirada era completamente de preocupación
-Lo siento por todo lo que pasó, pero estaba en el hospital- su semblante fue más de preocupación, aunque no lo dijo
Cuando iba a decir algo más su celular sonó.
-Buenas, no, no estoy en la empresa, llegaré como en una media hora, perfecto nos reuniremos en media hora. No gracias a ustedes- corto la llamada
-Debo irme- dijo rápidamente sin dejarme hablar
-Andrew- lo llame, pero ya él se había subido en su auto
-Hablamos otro día Maia- arranco su auto sin darme un segundo para decir nada
Entré a la casa y Misael estaba sentado viendo el televisor.
-¿Le dijiste?- negué sentándome en el sofá
-No tuve tiempo- confesé
Con mi mano acaricie mi barriga
-Ni se te nota el embarazo – asentí riendo

ESTÁS LEYENDO
Enamorando al magnate
RomansaTodo inicia con el pie izquierdo, el muestra sus grandezas mientras ella solo intenta hacer los números en su trabajo. El es un magnate reconocido por muchos países. Dirige una de las marcas más reconocidas a nivel mundial. Soltero por decisión pro...