-Victoria- la llame y ella asomó su rostro desde su habitación
-Vamos a tu terapia- ofrecí mi mano la cual ella tomó
-Si- sonreí con su única palabra
Hoy tenía muchas cosas que hacer, pero la terapia de mi hija iba primero.
El auto estaba lleno de paquetes que debía enviar.
Los pongo un poco en contexto
Ya han pasado tres meses desde la visita con la familia de Andrew.
Mi empresa gracias a ellos fue conocida por más personas en donde logré vender varios atuendos y esta semana ya se duplicó lo que vendí.
Victoria iba muy bien con sus terapias e incluso fue premiada por su avance.
Ya podía decir más palabras, pero ahora tocaba trabajar un poco más con su confianza.
Ahora dependía mucho de las tarjetas para que la entendiéramos.
Por lo que me habían adelantado hoy se las quitarían durante la terapia.
Cuando llegamos como siempre se llevaron a Victoria a un salón.
Yo me quede en la oficina con mi iPad diseñando nuevos modelos.
Serían varias horas las que estaríamos hoy.
Mis diseños de cierta forma iban evolucionando cada día más por lo que me sorprendía de lo que podía crear.
Victoria se había convertido en toda una sensación dentro de mis historias y las fotos de promociones.
Cuando fue el momento de que ella saliera escuche su llanto.
Como madre me dolía un poco, pero es un proceso.
-Mamá de Victoria- me puse de pie rápidamente
-Aquí- entre a su oficina
Victoria rápidamente me abrazó.
-Su llanto es porque le quitamos las tarjetas por lo que su comunicación debe ser mayor- asentí
Trataba de calmar a mi hija, aunque podía ser un poco difícil de cierta forma.
Su terapista me dio unas instrucciones más para luego irnos juntas.
- ¿Qué quieres hacer con mamá? - la mire mientras la sentaba en su lugar
-Helado- sonreí cuando hablo
-Comeremos helado entonces-
Subí al auto para irnos juntas.
Le coloque música que le gusta para que se sintiera mejor.
Victoria rápidamente comenzó a cantar lo que se sabía.
Cuando llegamos al lugar del helado nos bajamos juntas.
Era un lugar al que siempre vamos juntas así que ya nos conocíamos.
-Buenas- sonrió el chico de siempre
-Imagino que será lo mismo de siempre- dijo de forma coqueta
Asentí pasándole el dinero
-Gracias- sonreí cuando me paso el recibo
Victoria fue al área en donde podía verlo preparar el helado
Su vaso era de helado de vainilla con galletas oreos picadas.
El mío era de chocolate simple.
Nos sentamos en la mesa pegada al gran ventanal en donde podíamos ver a las personas ir y venir.
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Enamorando al magnate
RomanceTodo inicia con el pie izquierdo, el muestra sus grandezas mientras ella solo intenta hacer los números en su trabajo. El es un magnate reconocido por muchos países. Dirige una de las marcas más reconocidas a nivel mundial. Soltero por decisión pro...