Enamorando al magnate

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Por dos semanas más me despertaba porque Alejandra era quién dormía a mi lado.

La primera semana lloré como nunca imaginé.

Sentía un dolor inmenso en mi corazón.

-Vamos que es día de mudanza- reí al abrir mis ojos

Había decidido comprar una casa para mí y mi hija.

No dependería de un hombre en estos momentos.

¿Andrew?

No ha tenido la dignidad de llamarme.

-Mami- mi hija me abrazo cuando me vio

-Hoy nos mudamos- la tomé en mis brazos para besarla

Había decidido colocarme uno de mis vestidos ceñidos para celebrar este nuevo comienzo en mi vida.

Una vez más había decidido pedir un préstamo, pero estaba segura de que podría pagarlo.

La ropa me estaba dejando un buen dinero.

Ya todo lo de nosotras estaba en mi auto.

No me llevaría ningún mueble que el compro.

-Monta a Victoria a lo que busco lo que falta- me había enviado de los documentos que había solicitado

Jamás pensé hacerlo, pero no quería más mentiras en mi vida.

Tome el sobre y lo deje en la cama.

-Ahora sí- mire toda la habitación

Había recuerdos hermosos y los últimos recuerdos del dolor que pase por su engaño.

Cerré la puerta y bajé las escaleras.

Ya no había marcha atrás a mi decisión.

Al llegar al pie de la escalera ahí estaba él con su maleta en manos.

-¿Qué significa esto?- me miro confundido

-Lo que hiciste por un mes- sonreí

No quería llorar frente a él.

-Maia no puedes tomar decisiones así, tenemos una hija- comentó

Sabe bien lo que hizo- pensé enojada

-No me respetaste Andrew- intente pasar por su lado, pero él tomó mi brazo

-¿Qué hice ahora?- me reí

-La besaste Andrew, me dijiste que ibas de viaje por algo del trabajo y no fue así. Estuviste un puto mes fuera de la casa mintiéndome y solo me entere de tu infidelidad por fotografía. No me llamaste- me solté de su agarre

-Maia- dudo en hablar

-Solo tengamos un divorcio por acuerdo- dije cansada

-Ya lloré lo que iba a llorar y no quiero que nuestra hija sufra más- aclare

-¿Divorcio?- asentí

-Los papeles están en tu cama, si quieres ver a Victoria puedes llamarme y nos encontramos para que la cuides- estaba dispuesta a irme, pero él me abrazo por mi espalda

-Lo siento- susurró

-No es pedir disculpas Andrew, es saber que con tus actos lastimas a tu familia- me solté de él

-Lee el documento del divorcio, mi abogado pasará mañana a recogerlo- salí de ahí

No sabía qué regresaba hoy de su viaje.

No negaré que me dolía mucho dejarlo ahí, pero era necesario.

Cada acto tiene su consecuencia.

-Me dejaras explicarte- evito que el elevador se cerrara