Enamorando al magnate

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Nos dejaron una media hora esperando en el lobby de la empresa todo porque el dueño no había llegado.

-Disculpe lo tarde- un señor mientras entraba se disculpaba con nosotros

Mi jefe se puso de pie con ambas manos dentro de su bolsillo.

-No hay forma de disculparse por casi 45 minutos de atraso- miró su reloj serio

-Bueno entenderá que tener una esposa en la cama nos atrasa a cualquiera- él negó rápidamente

-No entiendo, porque no tengo esposa y jamás tendré una- comenzó a caminar con él

-Nunca digas "de esa agua no beberé", no sabes lo que te depara el destino- lo señaló

-Las damas primeros- sonreí en agradecimiento mientras me dejaban subir al elevador primero

Ninguno de los dos decía nada y sabía que debía arreglar la situación.

-Imagino que su esposa es hermosa- automáticamente él sonrió

-Es más de lo que se imaginan-

-¿Cuánto lleva de casado?- las puertas del elevador se abrieron y primero salió mi jefe, luego yo y el posible socio se paró a mi lado.

-Este año cumplimos 15 años de casados- lo mire sorprendido

-Antes que preguntes, si nos casamos muy jóvenes- sonrió nervioso

-Es lindo que estén mucho tiempo juntos- asintió

Entramos juntos a la sala de junta y cada cual tomó su puesto.

-Seamos directo- como siempre el imbécil de mi jefe rompiendo toda atmósfera agradable

Le pase rápidamente el contrato que se había estipulado.

Ellos discutieron en cuestión de números y la mercancía que sacarían en colaboración.

Luego de dos horas llegaron al fin a un acuerdo.

-Es bueno hacer contrato con usted- ambos se pusieron de pies mientras se daban la mano

-Lo mismo digo-

Mi jefe no puede ser más seco porque no es posible

-Señorita- me sonrió

-Espero que encuentre pronto un chico que la ame como merece y por supuesto espero mi invitación a la boda- asentí mientras tomaba su mano

-Si vuelve a la ciudad me avisa así le presento a mi esposa, serian grandes amigas- volví a asentir riendo

-Que tenga un maravilloso día y pronto le hago llegar el contrato nuevo- él asintió

Con mi jefe salimos de la sala en silencio.

Él no dijo más nada de ese contrato.

Cuando llegamos al hotel él solo me tomo de mi brazo en el lobby

-Recoge tus cosas nos devolvemos a nuestro estado- asentí para soltarme de él

No había manera de hacerlo feliz- pensé

Guardé de nuevo toda mi ropa y salí de la habitación.

Cuando llegué al lobby ahí estaba él con su maleta esperándome.

-Entrega la llave y vámonos- lo notaba un poco molesto

Hice todo lo que me dijo y nos fuimos al aeropuerto.

-¿Cómo le gustan las mujeres? – me arrepentí de preguntar eso

-Lo contrario a usted- asentí rápidamente