|65|

10.3K 600 5
                                    

-Gracias por ayudarme- mire a Andrew quien estaba acostando a Victoria

-No debes agradecerme, soy su padre y es parte de mis tareas- sonreí

Él me tomo de mis caderas para hacerme girar y salir de la habitación

-Veo que hoy trabajaron mucho- me miro atento mientras asentía

-¿Comiste?- volví a asentir mirándolo

Quería volverlo a besar, era una necesidad.

Me puse de puntas y acerqué mis labios a los de él para sentir esa caricia una vez más.

El beso era lento al principio.

Sus manos estaban en mis caderas impidiendo que me separara de él.

-Maia- susurró contra mis labios logrando que alzara la mirada

-No podemos seguir con este juego debemos ser adultos responsables y tomar una decisión sobre nosotros. No está bien que nuestra hija nos vea separados y otros días juntos. Quiero que seamos la familia que siempre soñé. Deseo despertar contigo a mi lado y poder pasar este proceso del embarazo juntos- lo mire atenta

-Quiero estar contigo- no se de donde saque el valor de decirlo

Una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Era todo lo que necesitaba- me abrazo

-No quiero que nos equivoquemos más- susurre

-No lo haremos amor, lucharemos por nuestra relación y por nuestra familia- asentí

-¿Quieres mudarte con nosotras?- él me miro unos segundo

-Podemos vivir juntos si así lo deseas- beso mi frente

Tenía que luchar por él también.

No podía esperar que él hiciera todo por nosotras.

-Me siento tan completo ahora que las tengo- sonrió

-Me siento feliz también-

-Bueno amor me ire- asentí mientras tomaba su mano

Lo acompañé hasta la puerta en donde él se bajó hasta mi abdomen.

-Adios mis amores, cuiden de mamá- no sabia porque el se seguía refiriendo al bebé como si hubieran dos.

-Que es solo uno- me quejé

-No le hagan caso a mamá- beso mi abdomen y luego besó mis labios.

-Descansa- asentí para verlo partir

¿Así se siente estar enamorada?

¿Así se siente que alguien te quiera y se preocupe por ti?

Cerré la puerta con seguro y subí hasta mi habitación.

Me bañe y me coloque mi pijama.

-Mami- el sollozó de mi hija partió mi corazón como siempre

-¿Qué pasó princesa?- la tome con cuidado en mis brazos para calmarla un poco

-Monstruos- sonreí meciéndola

-Tranquila que mami está aquí para protegerte- me acosté con ella en la cama

Siempre que llora mi corazón se parte en mil pedazos.

Poco a poco su respiración entrecortada se hacía pesada.

Le canté una canción de cuna logrando que durmiera más rápido.

-Debes ser una hermana mayor para cuando el bebé nazca- susurré acariciando su rostro.

Enamorando al magnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora