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Maratón 2/5

-¿Te gusta Andrew?-

El silencio reino en el baño de damas.

Me saqué el jabón de mis manos para cerrar la pluma y mirarla.

Sonreí mientras tomaba una toalla pequeña de mano para secarme.

-Para nada, el señor Wilson es simplemente mi jefe- tire la toalla en el área designada.

-Si me disculpas debo continuar con la fiesta- pase por su lado sin bajar mi rostro

Aunque ellos tengan todo lo que desee en un punto no me dejare pisotear por nadie.

-Oh- me sorprendí al ver a mi jefe frente a la puerta del baño

-Es momento de irnos- susurró sin ninguna emoción

-Perfecto- sonreí para dirigirme a la salida

Me hubiera gustado estar más tiempo, pero así es la vida.

No todo se puede tener.

Esperamos a que trajeran su auto y nos montamos.

Esta vez no me ayudó para nada con mi vestido.

Al llegar a mi apartamento él solo se estaciono.

-Mañana le devuelvo todo- señale el vestido

-No se preocupe, puede quedarselo total a más nadie le puede servir- me miró

-Quizás a Estefanía, puede que sea un gran regalo- me baje de su auto sin esperar respuesta

-Que descansé- cerré la puerta y entré a mi edificio

-Por dios- respire al entrar en el elevador

El timbre me dejó saber que había llegado a mi piso.

-Alejandra- sonreí al verla frente a mi puerta

-Por dios Maia te estaba buscando- se paró a mi lado

-¿Qué ocurre?- abrí mi apartamento para entrar

-Me recomendaron un lugar y no quiero ir sola- la mire rara

-¿Qué lugar?- me asustaba un poco

Alejandra era este tipo de chica en donde su vida sexual medio mundo la conocía.

Es muy abierta para hablar del tema.

-Bueno una amiga que comento de un lugar tipo Tinder, pero en persona- no entendía a lo que se refería

-Bueno te explico, ahí uno conoce gente para hacer el delicioso- cruce mis brazos

-¿Qué tengo que ver yo en todo esto?-

-Bueno puede ser bueno para relajarte, además que todo el mundo usa una máscara para no conocerse- la mire raro

-Enfermedades- dije rápidamente

-Ninguna ya que te hacen unas pruebas en el lugar rápidas- la mire confundida

-Piénsalo, podemos conocer gente y si te pica la vena pagas por una habitación privada o compartida y ya- no entendía su afán por el lugar

-No pienso ir- camine a mi habitación

-Vamos a ir- tomo mi mano

-No quiero tener sexo hoy- la mire

-Nunca tienes ganas, pero es porque no tienes un hombre que te caliente así que vamos- volvió a hablarme

-Déjame cambiarme al menos- negó

Enamorando al magnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora